Como parte de la conmemoración del aniversario institucional, la Universidad de Concepción reconoció el compromiso de sus funcionarias y funcionarios en una nueva celebración del Día del Trabajador Universitario.

Las actividades comenzaron con un acto efectuado en el Teatro UdeC, donde se entregaron los reconocimientos a quienes cumplieron 25 y 30 años de trabajo en la institución. La ceremonia fue presidida por el Rector Carlos Saavedra y contó con la participación de autoridades universitarias, académicos, los homenajeados y sus familiares.

El acto que celebra la fidelidad funcionaria fue abierto por el Vicerrector Carlos Von Plessing, quien a nombre de las autoridades agradeció a los homenajeados por su “labor ininterrumpida, dedicación, esfuerzo y cariño hacia nuestra institución”, así como por sus contribuciones al engrandecimiento de la casa de estudios.

“Es un reconocimiento por el trabajo permanente en beneficio de las distintas actividades que se realizan en una universidad como la  nuestra;  es un reconocimiento por haber vivido años y años de dedicación a las tareas propias del quehacer universitario, de momentos gratos e ingratos, pero especialmente de satisfacciones personales por el trabajo bien hecho”, señaló al explicar el sentido de la ceremonia.

Dirigiéndose a los académicos con 25 y más años de servicio, el Dr. Von Plessing expresó que era un deber reconocer la calidad del trabajo desarrollado por los docentes  y también brindar los apoyos necesarios a su labor, así como buscar, en conjunto, las soluciones a los problemas que se puedan presentar. Junto con valorar su vasta experiencia, los llamó a “seguir contribuyendo con su ejemplo para que la comunidad académica pueda seguir creciendo”.

Por otro lado, puso de relieve el papel del personal de administración y de servicios en el soporte que entregan al buen desarrollo de las actividades de docencia, la investigación  y la extensión que, en general, están a cargo de académicos y académicas. “Siempre he sido de los que consideran que la conjunción entre las tareas de estas comunidades (académica y no académica) es lo que posibilita el correcto funcionamiento de la institución universitaria”, indicó.

Ahondando en el valor que la casa de estudios asigna a sus docentes, profesionales y personal de servicio, indicó que si bien las instituciones están compuestas por “las edificaciones, instalaciones, de los emblemas de los espacios”, esto no es lo esencial de ellas. “La institución somos todas las personas que trabajamos en ella, que vivimos una buena parte de nuestras vidas en ellas, dándole vida a estos edificios, instalaciones; que levantamos emblemas y cantamos el himno institucional. Hoy celebramos la vida, una larga vida de trabajo, 25, 30 años es mucho tiempo dedicado a engrandecer a la universidad”, aseguró.

Finalmente, reflexionó sobre rol de servicio público de la casa de estudios y el deber trascendental de las universidades –por sobre otras instituciones– en la construcción de un mundo mejor para todos.

Luego vino la entrega de reconocimientos al personal académico, administrativo y auxiliar que cumple 25 años de servicio en la institución. Entre los más de setenta homenajeados estuvo el Decano de la Facultad de Ciencias Ambientales, Ricardo Barra, quien expresó que este reconocimiento lo encuentra en un buen momento de su carrera. “Estamos en un momento interesante, primero logramos sacar adelante la creación de una nueva Facultad y estoy muy orgulloso de haber sido elegido por mis pares como el primer Decano”. Por lo mismo, dijo sentirse con ganas de seguir realizando proyectos para hacer crecer dicha Facultad.

En tanto, Iris Espinoza, secretaria del Vicedecanato de la Facultad de Odontología, señaló que para ella, la Universidad de Concepción ha significado un espacio para crecer profesionalmente y también en lo personal, para formar una familia. Recuerda que desde pequeños llevó a sus dos hijos al Campus y al estadio a ver al Club Universidad de Concepción. Hoy ambos son profesionales y además, fanáticos del equipo. “La Universidad te ayuda mucho a la hora de formar una familia porque tienes la posibilidad de tener tiempo para ellos y muchos beneficios a través de la Asociación de Personal. Ahora, mis hijos están estudiando gracias a los beneficios que tengo como trabajadora”.

Miguel Quiroga, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas y Director de Finanzas de esta casa de estudios, aseguró sentirse contento por este reconocimiento y el momento en el que se produce. “Estamos en un momento de renovación para la Universidad y los cambios son buenos, he visto que se ha formado un buen equipo de trabajo”, dijo.  Reflexionó además sobre la importancia de que existan este tipo de ceremonias. “La Universidad es reconocida como patrimonio cultural por sus edificios, y es realmente hermosa. Pero lo más valioso y lo que nos permite estar en un sitial de importancia son las personas que la componen”.

El orgullo de ser parte de esta institución también fue reconocido por María Teresa Soto, académica de Trabajo Social. Recordó cómo comenzó a ligarse a la Universidad desde su trabajo en el Poder Judicial, donde recibía a estudiantes en práctica. Luego de eso, comenzó con unas horas de clases y hace 25 años fue contratada como docente. “Ha sido una vida de harto trabajo y dedicación, es muy bonito trabajar en docencia y que exista este reconocimiento me emociona mucho, es gratificante y me llena de energía para seguir”.

Tras un intermedio musical a cargo de integrantes de la Orquesta Sinfónica de la Universidad, se produjo la premiación por 30 años de trabajo, reconocimientos entregados por el Rector Saavedra.

La Decana de la Facultad de Enfermería, Vivíane Jofré, fue una de las homenajeadas en la ceremonia, y se manifestó “agradecida de pertenecer a esta institución. Cuando cumplimos 25, a mi tocó hacer el discurso y estos cinco años pasaron como si fueran ayer. Estoy feliz, contenta y a seguir aportando a la Universidad”.

Una visión similar tuvo la académica del Departamento de Español de la Facultad de Humanidades y Arte, Anita Ferreira, quien agradeció el crecimiento profesional y personal que ha podido alcanzar gracias a la Universidad. “Empecé como (profesora) instructora y ahora soy profesora titular. Han sido treinta años de desarrollo que me ha permitido la UdeC, a la cual le tengo mucho cariño y quiero seguir contribuyendo con esta misma energía”, afirmó.

Para el Dr. Mario Aguirre, Vicedecano de la Facultad de Odontología, “trabajar en la UdeC siempre ha sido en si mismo un premio, tener la oportunidad de contactarme con la gente que renueva mi profesión siempre ha sido una cosa muy agradable, pero también, trabajar en una institución en que el ambiente de trabajo es respetuoso, creo que es un privilegio que a veces no ha sido lo suficientemente valorado”.

En tanto, el geólogo Ramiro Bonilla, docente del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias Químicas, afirmó que “es un gran honor haber estado tanto tiempo en esta Universidad y haber podido contribuir a formar nuevas generaciones de mi profesión”.

Asimismo, el profesor Arnaldo Carocca, académico de la carrera de Fonoaudiología de la Facultad de Medicina, sostuvo que este homenaje “es importante, es trayectoria, es emocionante, son 30 años que le has dedicado a una institución y que bien valen estar en esta ceremonia”.

El encargado del discurso por parte de los homenajeados fue el académico Jaime Soto Barba, actual jefe de gabinete del Rector y quien cumplió 25 años en esta casa de estudios.

En su discurso, hizo un relato de sus vivencias en la Universidad, señalando que este momento era preciso para “establecer una valoración de lo realizado en el período; una pausa en el camino para aquilatar lo sucedido, con el propósito de proyectarlo hacia el futuro en quizás el último tramo de contribución al desarrollo de nuestra querida universidad”. Agregó que “el problema es que, en este justo instante, en un pestañazo son ya 25 o 30”, asegurando que el aporte de quienes ya han pasado este umbral está en formar a las generaciones futuras. “Es a ellos a quienes debemos ayudar a encontrar el camino del rigor, de la entrega desinteresada, de la generosidad en el traspaso de competencias. Es a través de los que vienen que podemos seguir regresando intactos”.

Terminada la ceremonia de reconocimiento, los homenajeados y las autoridades universitarias se trasladaron hacia la Casa del Deporte para, junto con el resto de la comunidad, participar en el tradicional Vino de Honor.

Al dar inicio a esta actividad, el Rector Carlos Saavedra se manifestó “profundamente orgulloso del aporte de cada uno y cada una en esta tarea de construir diariamente universidad. En este desafío de aportar al engrandecimiento de nuestra región y nuestro país. Al desafío de participar diariamente en la formación de las próximas generaciones de profesionales de excelencia que formamos en nuestras aulas”, agregando que “también el compromiso de no solo formar profesionales de excelencia, sino también formar profesionales comprometidos con el desarrollo de su país, formar ciudadanos abiertos al diálogo, al respeto por la opinión y la diversidad de opiniones”.

La máxima autoridad universitaria celebró en particular a quienes cumplieron 25 y 30 años al servicio de la Universidad, comentando que “obviamente las emociones surgen en estos momentos para quienes han dedicado una vida al desarrollo y fortalecimiento de esta institución; al desarrollo y fortalecimiento de sus disciplinas; y al desarrollo y fortalecimiento también de nuestras familias, que nos permiten haber dedicado esta vida de trabajo a nuestra casa de estudios”.