EDUCAR PARA LA SALUD EN
EDUCACIÓN SUPERIOR:
RESUMEN
Entre
los propósitos de las instituciones educativas están la implementación de
programas para promover y proteger la salud de su comunidad; crear ambientes
de vida, de aprendizaje, y de trabajo conducentes a la salud; proteger el
ambiente y promover el desarrollo humano sostenible; impulsar la promoción
de la salud en la enseñanza y en la investigación; y fomentar las conductas
de auto-cuidado de la salud. Se presenta una visión general de las
estrategias implementadas para la promoción de la salud en educación
superior y específicamente la experiencia de la Universidad de Guadalajara
que inicia con el primer programa de universidad saludable en el año 2000 en
el Centro Universitario del Sur, y en el 2004 en el Centro Universitario de
Ciencias de la Salud. Se describen algunas de las acciones para la
prevención y promoción de la salud en la comunidad universitaria.
Programa Universidad Libre de Humo de Tabaco,
permitirá proteger la salud de la comunidad universitaria, evitando su
exposición al aire contaminado por humo de tabaco, creando normas en
relación a espacios destinados para fumadores, al fomentar la norma social
de no fumar y facilitar el abandono a la dependencia del tabaco; El
Programa Eco-CUCS, invita a los universitarios a desarrollar
estrategias de preservación ecológica, a fomentar la conciencia de su
entorno social y de convertirse en co-responsables con el equilibrio del
medio; Programa de Actividad Física y Salud, para el
desarrollo de hábitos saludables incorporando la actividad física y la
recreación a los modos de vida de los universitarios incidiendo en un cambio
de actitudes, conductas, patrones y hábitos nocivos para la salud, y
Programa Alimentación saludable en el CUCS, promueve los beneficios
de una alimentación saludable y concientiza sobre su influencia en el
bienestar físico, mental y emocional, en los miembros de la comunidad.
Palabras clave:
Promoción de la Salud, Educación para la salud, Salud pública, Educación
Superior.
SUMMARY
Educate for health
in higher education: Trends and challenges.
One of the purposes
of educational institutions is the implementation of programs to promote
and protect health in their community members; as well as to create
environments of life, learning and work conducive to health; protect the
environment and promote sustainable human development; encourage the
promotion of health education and research; and promote the behaviors of
health self care. This document presents an overview of the strategies
implemented for health promotion in higher education and specifically the
experience of the University of Guadalajara which starts with the first
program of healthy University in 2000 at University Campus of the South, and
in 2004 at the University Campus of Health Sciences. Some of the Community
actions for the health prevention and promotion at the academic
community are described. Some of
the current programs are: Smoke Free
University Program, which will serve to protect the community health,
avoiding their exposure to tobacco smoke polluted air, creating rules about
tobacco free zones, to encourage the social rule of not smoking, and help in
the eradication of tobacco smoking dependence; Eco-CUCS
Program invites students to develop educational
strategies of ecological preservation, as well as promote awareness of their
social environment and become co-responsible with the balance of the
environment under the sustainable development plan; Physical Activity and
Health Program, which aim is to develop healthy habits by
incorporating physical activity and recreation into the community member´s
life style, influencing a change in attitudes, behaviors, patterns and
harmful habits to health. The CUCS Healthy Food Program, promotes the
benefits of a healthy diet and gives awareness about its influence on the
physical, mental and emotional well-being, in the members of the University
community of the University Campus of Health Sciences.
Key words: Health Promotion; Health Education; Public Health;
SALUD Y
ENFERMEDAD, CONCEPTUALIZACIÓN
En cuanto al concepto de salud, resulta de poca utilidad su definición como
“ausencia de enfermedad”. Esta definición negativa es poco operativa al
obligarnos a diferenciar entre lo “normal” y lo “patológico” (diferencia que
no siempre es posible y que está afectada por el concepto de normalidad
variable con el tiempo). Además la principal crítica metodológica a esa
definición es la implicación operativa que plantea el evaluar síntomas de
enfermedad para concluir sobre la salud. Por ello, en 1946 la Carta Magna o
Carta Constitucional de la Organización Mundial de la Salud, definía la
salud como “El estado completo de bienestar físico, mental y social y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Esta
concepción, suponía por primera vez una perspectiva positiva, en la que
salud equivale a bienestar y también por primera vez se unifican las áreas
física, mental y social. En su momento la definición marcó un hito que
posteriormente se ha ido desarrollando al complementar algunos aspectos que
dejaba olvidados: en ocasiones equiparar salud y bienestar no es del todo
exacto, plantea un concepto estático que olvida el dinamismo de la salud
(hay distintos grados de salud y distintos grados de enfermedad) y se trata
más de una utopía que de una realidad ya que el bienestar absoluto físico,
mental y social es probablemente algo más utópico que realmente alcanzable1.
Sin
embargo, gracias a esta perspectiva positiva que surge de la concepción
ideal, se parte ahora de definiciones más operativas que presuponen la salud
como “una facultad de adaptación humana al medio ambiente, de ajuste
del organismo a su medio”. Es más, se ha desarrollado una
concepción holística de salud en la que se asume que el individuo busca, no
solamente no estar enfermo, sino además encontrar un sentido de felicidad y
bienestar que está relacionado con otros factores tales como la familia, la
educación y la calidad de vida en general. Desde esta perspectiva, la salud
se formula como un evento multicausal en el que participan condiciones
biológicas, psicológicas, sociales, ambientales, culturales y ecológicas1.
En este sentido, la
salud es un concepto relativo y multidimensional. Independientemente de la
definición médica de enfermedad, la salud está siempre referida a un
contexto social y cultural en el que evoluciona el individuo, y según otras
características, particularmente el nivel socioeconómico y, su proximidad y
accesibilidad al sistema sanitario2.
La salud se percibe no como el objetivo, sino como la fuente de riqueza de
la vida cotidiana. Se trata por tanto de un concepto positivo que acentúa
los recursos sociales y personales así como las aptitudes físicas. Por
consiguiente, dado que el concepto de salud como bienestar trasciende la
idea de formas de vida sanas, la promoción de salud no concierne
exclusivamente al sector sanitario.
La salud se crea y se vive en el marco de la vida cotidiana: en los centros
de enseñanza, de trabajo y de recreo. La salud es el resultado de los
cuidados que uno se dispensa a sí mismo y a los demás, de la capacidad de
tomar decisiones y controlar la vida propia, y asegurar que la sociedad en
que uno vive ofrezca a todos sus miembros la posibilidad de gozar de un buen
estado de salud.
LA EDUCACIÓN PARA LA SALUD Y PROMOCIÓN DE LA SALUD
Varios modelos teóricos del campo de la psicología y de la educación, entre
otros, han ido logrando una base teórica metodológica bien estructurada para
garantizar la modificación o el reforzamiento de conductas salutogénicas
individuales y de pequeños grupos: “La Educación para la Salud”.
Lo anterior muestra claramente el interés mundial de dar una perspectiva
social a la Salud Pública, entendiendo la importancia de anclar la labor en
salud a las agrupaciones comunales, descentralizando los procesos,
acercándose más a la población, a su cotidianidad, con el fin de capacitar a
las poblaciones con apoyo técnico, permitiéndoles ejercer su capacidad de
decisión. También enfatizaron lo estratégico de la colaboración
intersectorial como fuerza en pro de la salud de todos y el fortalecimiento
de los sistemas de salud locales basados en la atención primaria3.
La Organización
Panamericana de la Salud, ha definido la Promoción de la Salud como el
resultado de todas las acciones emprendidas por los diferentes sectores
sociales para el desarrollo de mejores condiciones de salud personal y
colectiva para toda la población, en el contexto de la vida cotidiana. La
Promoción de la Salud consiste en proveer a la gente los medios necesarios
para mejorar su salud y adoptar un estilo de vida sano. De esta manera, el
foco de la Promoción de la Salud es la acción social en favor
de la salud4.
La promoción de la
salud es un proceso, no una solución fácil. Su propósito es lograr un
resultado concreto en un plazo largo, pero con efectos a mediano y corto
plazos. Los resultados concretos varían, comprenden la participación de los
ciudadanos y la comunidad, y contribuyen a mejorar la calidad de vida4. Los
diferentes escenarios que apoyan la mejora de las condiciones de salud son:
la casa, la ciudad, el vecindario, la escuela, el espacio de trabajo y la
ciudad5.
Promoción de la
salud en el ámbito educativo
La promoción de salud en el ámbito escolar constituye “un valor agregado“,
al de por sí ya extraordinario valor que tiene la escuela6. La
complejidad de un mundo en integración y que enfrenta el nuevo desafío de la
era de la información, sumada a la necesidad de complementar a la educación
con la enseñanza de habilidades para la vida, han generado un amplio
consenso entre los especialistas, los maestros, la familia y la comunidad en
torno a la urgencia por fortalecer y transformar la escuela; en este
sentido, la promoción de la salud juega un papel primordial.
Se reconoce a la escuela como escenario privilegiado para fomentar cambios
de estilos de vida en pro de la salud, logrando un conjunto de conductas
que refuercen el potencial de salud de cada individuo y de la comunidad
escolar en su conjunto, educando en valores y actitudes que propicien
mejores respuestas de los sujetos a su ambiente social, cultural y
económico.
Además, se hace necesario y esencial proporcionar los medios para que, a lo
largo de su vida, la población se prepare para las diferentes etapas de la
misma y afronte las enfermedades y lesiones crónicas y que esto se ha de
hacer posible a través de las escuelas, los hogares, los lugares de trabajo
y el ámbito comunitario, en el sentido de que exista una participación
activa por parte de las comunidades en la consecución de la salud individual
y colectiva.
Estos argumentos sustentan la propuesta de que se implementen programas de
prevención y promoción de la salud en la universidad.
Gallardo y cols7., refieren que existen varios modelos teóricos
para lograr este objetivo; sin embargo, se debe trabajar con un esquema en
el que lo que importa es cómo tomamos las decisiones que afectan a nuestra
propia salud, partiendo del hecho de que cada persona es responsable de su
propio bienestar.
Ante la pregunta de cómo queremos vivir y el compromiso de cómo
hacerlo son partes fundamentales para lograr el objetivo de promoción de
la salud; sin embargo, los resultados solo se pueden evaluar a largo plazo.
Para lograr evaluar el impacto de la promoción de la salud en la Universidad
se requiere retomar la perspectiva de la comunidad universitaria, centrarse
en la propia institución como fuente de insumos para propiciar escenarios
saludables en la comunidad universitaria y una herramienta fundamental es la
comunicación. Así, la comunicación se convierte en el eje de la promoción en
su dimensión biológica, psicológica y social8.
Hoy en día, el llamado "modelo de
competencia" pretende socializar el conocimiento científico y desarrollar
habilidades y recursos en los sujetos, a fin de que sean más competentes en
la vigilancia y cuidado de su salud, y en la dimensión comportamental del
desarrollo de sus estudios, trabajos y profesiones.
Este modelo ayuda a extender la
acción de salud más allá del estricto ámbito de influencia del profesional o
el técnico especializado, convirtiendo a los usuarios de los servicios de
salud en verdaderos agentes de salud, promoviendo el protagonismo de la
comunidad.
La adopción de comportamientos
saludables toma en cuenta que las personas necesitan tener la información
sobre qué es lo que afecta su salud, qué deben hacer, y cómo hacerlo. La
información y los conocimientos hacen falta para fomentar la aparición de
nuevas creencias, así como para mezclarse con las tradiciones culturales de
los grupos humanos9.
De aquí que se diseñen intentos
fundamentales de prevenir: aparición de la enfermedad, reducir su mortalidad
y aliviar sus consecuencias a través de acciones basadas en la información,
la educación y la comunicación, conocidas como "estrategias IEC"10.
Es imposible conducir cualquiera
de estas estrategias sin considerar: la conducta humana, la motivación del
hombre, las creencias y valores, las emociones y actitudes y los estilos de
vida. Respecto a los estilos de vida, se han señalado algunos determinantes
de la salud asociados a éstos, como son:
consumo de tabaco,
nutrición insuficiente o excesiva (hábitos alimentarios), ejercicio aeróbico
insuficiente, consumo excesivo de alcohol, ausencia de inmunización contra
agentes microbianos, exposición a toxinas y venenos, armas de fuego,
comportamientos sexuales de riesgo, traumatismos por vehículos automotores
y consumo de drogas ilegales11,12.
Por tanto, es necesario
fortalecer las capacidades de la población para participar conscientemente
en las decisiones que afectan su vida y para optar por estilos de vida
saludables, a partir de una cultura de la salud que modifique aquellos
valores, creencias, conductas y emociones, actitudes que dificultan su
desarrollo.
Para potenciar estos cambios, es
indispensable que los agentes facilitadores de los mismos conozcan no sólo
QUÉ tiene que ser modificado, sino CÓMO propiciar la transformación. Esto
implica una transformación de la Educación para la Salud, desde una simple
trasmisión de información, que no provoca todos los cambios deseados, hacia
un proceso en que las personas asuman responsabilidades y control de muchas
de las circunstancias y condiciones que las afectan.
Para lograr comportamientos
preventivos de la enfermedad y protectores de la salud las personas deberán
desarrollar una fuerte motivación en esta dirección, asumir una actitud
responsable ante el cuidado de la salud y la adopción de conductas
protectoras, que eviten las enfermedades3.
En este sentido es
importante exponer que la promoción de la salud es “…el proceso que habilita
al individuo para tener control sobre su salud e incrementarla
mediante estilos de vida y conductas saludables” 4.
Las Universidades
Promotoras de la Salud
El movimiento
llamado “universidad
saludable”, que pretende facilitar la adopción, por toda la comunidad
educativa, de modos de vida sanos en un ambiente favorable a la salud, nace
bajo el cobijo de estos preceptos. Plantea las posibilidades que tienen los
centros educativos, si se comprometen a ello, de instaurar un entorno físico
y psicosocial saludable y seguro.
El programa
“universidad promotora de la salud”, se
desarrolla en el marco de un modelo de promoción de la salud basado en el
contexto. “Se entiende por el ambiente o hábitat en el que la persona vive y
trabaja” 13.
Esta propuesta se desarrolló a partir de tres iniciativas de la OMS:
La Declaración de Alma Atá (1977). Acentuó la importancia de la
atención primaria integrando la salud pública, el ambiente y la
población.
La Estrategia de Salud para todos en el año 2000 (1981). Enfatiza
la equidad, la participación pública, la colaboración intersectorial y
la necesidad de reorientar los sistemas y los servicios de salud.
La Carta de Ottawa (1986). Orientada a la búsqueda de ambientes
de oportunidad y sistemas públicos que apoyen el desarrollo social13,14.
Bajo esta óptica, en 1985/86 la oficina Europea de la OMS propone el
desarrollo de un proyecto de promoción de la salud denominado “Proyecto de
Ciudades Saludables”, cuyo propósito es buscar formas de aplicar los
principios y estrategias de “Salud para todos”, a través de acciones locales
en las ciudades. Este proyecto se originó en un taller realizado en Toronto,
Canadá, en Octubre de 19845.
El Programa de Ciudades Saludables (Healthy Cities Programme), se basa en la
premisa de que la respuesta a los principales problemas de salud en los
países desarrollados no se encuentra en manos de la ciencia médica ni de la
tecnología sino en aspectos tales como:
Proveer de un entorno físico saludable (incluyendo abastecimiento de
agua, control de desechos tóxicos, aguas residuales, transporte, calidad
del aire y comunicación).
Promoción de la salud.
Mejora de los servicios de salud.
Trabajo intersectorial de las áreas relacionadas con
energía, alimentación, agricultura, planeación macroeconómica, vivienda,
uso del suelo, transporte y otras áreas, en el análisis de las
implicaciones en la salud de sus políticas y programas5.
La propuesta de Universidades Saludables, o Universidad por la salud, es
resultado de la de Ciudades Saludables, y por tanto, se basa también en el
modelo de promoción de la salud basado en el contexto.
En este sentido se reconoce al espacio universitario como un escenario
privilegiado para fomentar cambios de estilo de vida en pro de la salud,
logrando un conjunto de conductas que refuercen el potencial de salud de
cada individuo, así como del colectivo universitario.
De acuerdo a lo expresado por Abercrombie, Gatrell & Thomas, citados por
Reig Ferrer13, las universidades son instituciones peculiares
debido, entre otras cosas a que:
Son centros de enseñanza con papeles de formación y educación en
investigación.
Son centros de creatividad e innovación, en la que se aplica el
conocimiento desde enfoques disciplinares e interdisciplinares.
Proporcionan un contexto en el que los estudiantes se independizan, al
pasar tiempo fuera de su hogar.
Proporciona un ambiente en el que los estudiantes maduros se comprometen
a aprender.
Son recursos existentes a nivel local, nacional y global.
Son instancias cada vez más preocupadas por su imagen y prestigio13.
Por otra parte, la experiencia de la implementación del modelo contextual de
promoción de la salud en universidades del Reino Unido, revela que existen
beneficios recíprocos entre salud y educación, y la mejora de la salud de los
jóvenes como resultado de actividades promotoras de salud, al incrementar
los logros educativos15.
La Universidad Pública de Navarra cuenta con un Plan de Universidad
Saludable desde 2005, fruto del acuerdo marco de colaboración suscrito ese
mismo año con el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra. El objetivo
es ofrecer a los diferentes colectivos, que estudian y trabajan en la
Universidad, un entorno saludable que contribuya a desarrollar un espacio
físico, psicológico y relacional óptimo para el desarrollo personal y
social. Además, el plan relaciona este entorno con otros aspectos como el
medioambiente y la sostenibilidad, las relaciones de género, la
accesibilidad física, las relaciones interpersonales positivas, la
solidaridad e interculturalidad16.
En la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid, España) se trabaja la promoción
de la salud de modo transversal desde el Vicerrectorado de Política Social,
Calidad Ambiental y Universidad Saludable. El programa Universidad Saludable
entronca con un conjunto de iniciativas y tratados que a nivel
internacional, estatal y autonómico promueven un papel activo de las
universidades en aras de un mundo más saludable, sostenible e igualitario7.
Por otra parte, en América en el 2006, Chile se sumó a la iniciativa de
Universidades Saludables, bajo el auspicio de la OMS y la Organización
Panamericana de la Salud (OPS). En su “Guía para Universidades Saludables y
otras Instituciones de Educación Superior”, mencionan que la Universidad
Saludable o Universidad Promotora de la Salud, es aquella que
incorpora la Promoción de la Salud a su proyecto educativo y laboral, con el
fin de propiciar el desarrollo humano y mejorar la calidad de vida de
quienes allí estudian o trabajan para así formarlos, con el fin de que
actúen como modelos o promotores de conductas saludables con sus familias,
en sus futuros entornos laborales y en la sociedad en general17.
Para el logro de una Universidad Saludable, es indispensable que las
universidades incorporen este compromiso de forma clara en sus políticas
institucionales, así como en su currículo implícito y explícito13,15,17.
Además, las universidades saludables no sólo deben integrarse en la
comunidad, ciudad y el contexto social en el que se encuentran, sino que
deben también contribuir a promover y potenciar los valores que permiten el
bienestar, la autonomía y el completo desarrollo de la persona.
Por lo tanto, la universidad saludable pretende facilitar la
adopción, por toda la comunidad educativa, de modos de vida sanos en un
ambiente favorable a la salud. Plantea las posibilidades que tienen los
centros educativos, si se comprometen a ello, de instaurar un entorno físico
y psicosocial saludable y seguro.
Entre los objetivos
más importantes de las Universidades Saludables están:
Favorecer modos
de vida sanos y ofrecer al alumnado, profesorado y trabajadores
opciones, a la vez realistas y atractivas, en materia de salud.
Definir
objetivos claros de promoción de la salud y de seguridad para el
conjunto de la comunidad escolar.
Ofrecer un
marco de trabajo y de estudio dirigido a la promoción de la salud, donde
se tenga en cuenta:
Las condiciones
del edificio escolar.
De los espacios
deportivos y de recreo.
Los comedores
escolares.
Los aspectos de
seguridad de los accesos, etc.
En este sentido,
las instituciones
universitarias sirven como medio para coordinar, integrar, implementar y
mantener una variedad de intereses de promoción de la salud, prevención de
enfermedades, lesiones y reducción de los riesgos para mejorar la salud,
incrementar el potencial educativo y el bienestar.
Las líneas de
acción de los centros educativos Promotores de Salud son las siguientes16:
Creación y mantenimiento de entornos saludables, tanto físicos
(edificios, iluminación, ruido, ambiente, ergonomía, áreas de
recreo...), como psicosociales (estructuras organizativas, mecanismos de
funcionamiento, clima relacional...).
Educación para la salud desde un enfoque integral, lo que implica la
inclusión de esta materia en los currícula de las diferentes
asignaturas, así como en los currícula informales existentes.
Oferta de diferentes actividades y programas que favorezcan la Promoción
de Salud en la comunidad educativa, como una alimentación saludable,
ejercicio físico, entre otras.
Trabajo conjunto de los diferentes agentes implicados en el interior de
cada centro, como es el alumnado, profesorado, personal no docente o el
personal sanitario, así como con entidades y grupos sociales
pertenecientes a la comunidad en la que se inserta la institución
educativa.
PROMOCIÓN DE LA SALUD EN LA
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Bajo este marco se implementa en el año 2000 el Programa Universidad por la
Salud en el Centro Universitario del Sur y en septiembre del 2004 en el
Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) ambos de la Universidad
de Guadalajara.
Los objetivos del programa “Universidad por la Salud” en el CUCS son:
Identificar los estilos de vida y conductas de riesgo a la salud de los
alumnos y trabajadores del Centro Universitario.
Establecer un programa de promoción para la salud orientado a la
modificación de estilos de vida patogénicos.
Evaluar las
modificaciones de estilos de vida de la comunidad universitaria.
Posibilitar el pleno
desarrollo físico, psíquico y social, y la adquisición de una imagen
positiva de sí mismos, en todo el alumnado.
Integrar la Educación para
la Salud en el Proyecto Curricular de forma coherente, utilizando
metodologías que fomenten la participación del alumnado en el proceso
educativo.
Es en noviembre del 2006 que el Rector del Centro Universitario de Ciencias
de la Salud, establece como una prioridad en el Centro Universitario la
Promoción de la Salud. Por lo que promueve una política en salud
universitaria para el fortalecimiento de las actividades de prevención y
promoción de la salud: “En el caso del Centro Universitario de Ciencias de
la Salud se considera que por ser el Centro que forma los recursos humanos
en salud, naturalmente le correspondería iniciar acciones tendientes a
generar condiciones más saludables no solo en el entorno educativo físico,
sino también con los miembros que conforman la comunidad universitaria”18.
Por lo que esta
cultura en salud estará orientada a: a) difusión del impacto que tiene un
entorno saludable en los universitarios del CUCS; b) difusión de acciones
orientadas al desarrollo de conductas más saludables y c) el uso de
servicios y programas que ofrece el Centro Universitario por la comunidad
universitaria.
Tratándose de una institución de educación superior dedicada a formar
recursos humanos en salud, este espacio de oportunidad para la promoción de
la salud y la Calidad de Vida (CV), llega a constituirse en un imperativo
irrenunciable, y congruente. En este sentido, no se trata únicamente de
sentar las bases de la educación para la
salud y la promoción de la salud en la comunidad universitaria, sino de
integrar la salud y el bienestar en la cultura universitaria, en los
procesos y en todo el sistema universitario19.
En este sentido surgen los siguientes programas que fortalecerían a la
iniciativa del “CUCS Saludable”:
“ CUCS Libre de Humo de Tabaco”
El objetivo general de este programa es
favorecer la
salud de los universitarios (alumnos, profesores y personal de
servicio), mediante la creación y desarrollo de una estrategia
conducente a la eliminación del humo de tabaco, como factor de riesgo en
los ambientes de las comunidades educativas.
Objetivos Específicos:
Desarrollar
programas de sensibilización, concientización y capacitación sobre
los temas que permitan conocer los riesgos y daños que ocasiona el
tabaco en la salud.
Ejecutar
planes operativos, actividades prácticas que permitan que los
estudiantes, maestros y trabajadores participen activamente en la
transmisión de los mensajes educativos para conocer los riesgos y
daños que ocasiona el tabaco en la salud de la población.
Acciones del Programa:
Potenciar los espacios sin humo
Fomentar la norma social de no fumar.
Facilitar el abandono de la dependencia del tabaco.
Proteger la salud de la comunidad universitaria evitando su
exposición al aire contaminado por humo de tabaco.
Crear normas en relación a espacios destinados para fumadores.
Promover un estilo de vida saludable en los estudiantes.
“ECO CUCS”:
Objetivos:
Desarrollar
estrategias educativas, orientadas a la preservación ecológica del
CUCS.
Promover la
formación de profesionales conscientes de su entorno social y
ecológico, co-responsables con el equilibrio del medio bajo el plan
de desarrollo sustentable.
Denominar
la zona de árboles y áreas verdes del CUCS como Zona Protegida
ecológica de la Red universitaria, como parte de una estrategia de
preservación para nuestra ciudad.
Desarrollar
infraestructura para eliminación de residuos, sólidos, orgánicos e
inorgánicos.
Promover
una campaña de reciclaje con apoyo de expertos de la Red
Universitaria.
Hacer
cumplir la Norma para la eliminación de tóxicos y residuos
contaminantes.
Ubicar un
almacén para eliminación de baterías alcalinas.
Realizar
convenios para la eliminación de residuos en cafeterías del CUCS.
Convenios
con negocios circundantes al CUCS para el reciclado.
“Programa de Actividad
Física y Salud”.
Objetivos:
Conocer el estado actual
de la condición física y salud de las personas (académicos y
trabajadores) de la Universidad de Guadalajara.
Definir estrategias de
acción en base al estilo de vida del individuo que faciliten el
desarrollo de programas de promoción y educación para la salud.
Estructurar un
programa que desarrolle una educación para realizar actividad
física
durante toda la vida y se promueva la salud.
Estrategias:
Sesiones de
Educación para la actividad física y salud y evaluación morfo-funcional y de la Condición Física.
Sesiones
con los profesores.
Sesiones
con los trabajadores universitarios
Manejo de
trípticos de información
Distribución de un manual de actividad física, nutrición y salud.
Alimentación Saludable
en el CUCS.
Objetivo general:
Promover los beneficios de
una alimentación saludable y concientizar sobre su influencia en el
bienestar físico, mental y emocional, en los miembros de la comunidad
universitaria del Centro Universitario de Ciencias de la Salud.
Estrategias:
Realizar un
diagnóstico de hábitos alimentario nutricios en los alumnos,
personal académico, administrativo y directivo del Centro
Universitario de Ciencias de la Salud.
Llevar a cabo
talleres encaminados a tratar las problemáticas encontradas en
el diagnóstico para brindar posibles soluciones, impartidos por
alumnos de la Licenciatura en Nutrición y asesorados por nutriólogos
capacitados.
Implementar campañas
de difusión temáticas que abarquen los diferentes aspectos de
una alimentación saludable.
Fomentar los hábitos
de alimentación saludables
de la comunidad universitaria.
Crear un comedor
universitario y espacios agradables para consumo de alimentos.
Brindar a la comunidad
universitaria servicios de atención nutricia (Laboratorio de
Evaluación del Estado Nutricio).
Estos objetivos son
congruentes con la Misión del Centro de “…contribuir a la búsqueda de
mejores condiciones de salud para la población, mediante la formación de
recursos humanos interesados en alcanzar un nivel altamente competitivo"
20.
Además de impactar
con el objetivo de “Mejorar las condiciones de desempeño de la docencia,
investigación, extensión y difusión de la cultura, a través de un
reordenamiento de infraestructura, equipamiento, limpieza y seguridad,
mejorar el clima organizacional…” 20.
Este compromiso es retomado por
el Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez, actual Rector del CUCS, de fortalecer el
Programa de Universidad Saludable en su Plan General de Trabajo, 2010-2012,
dándole un nuevo impulso a su implementación.
Lo aquí expuesto es el resultado
de un trabajo interdisciplinario sistemático en el que han participado
alumnos, docentes, trabajadores administrativos y de servicio, delegados
sindicales y administrativos del Centro Universitario de Ciencias de la
Salud. Producto de este trabajo colectivo son el diseño conjunto de los
programas de prevención y promoción de la salud, así como de reglamentos
internos para conservar en buen estado las instalaciones universitarias, los
espacios libres de humo de tabaco, la cultura del auto cuidado, los valores
personales, hábitos de higiene y de conservar limpios los espacios
saludables, entre otros. Sin embargo, es una tarea que sigue el proceso, en
la conformación de un comité de vigilancia y de seguimiento de los
programas, utilizando una filosofía de no prohibición, sino más bien la
concientización de convertirse en un promotor activo de su propia salud y
del cuidado de los otros.
Tendencias y retos de las Universidades promotoras de la Salud
Algunos de los retos de la
implementación de programas de educación para la salud desde el contexto de
las Universidades Saludables:
Los programas de prevención
y promoción de la salud deben darse a conocer
a toda la comunidad universitaria, se debe difundir la idea de que cada
uno de los miembros de la comunidad es un agente promotor de salud y de
que se debe trabajar desde una perspectiva multidisciplinar y
cooperativa entre todos los agentes (profesores, alumnos, trabajadores,
administrativos, entre otros).
La formación de promotores de la salud, en donde participen alumnos,
profesores, trabajadores y administrativos que impacten en los estilos
de vida patogénicos, fomentar el auto cuidado de la salud, mejorar la
calidad de vida y la salud.
Convertir a la institución
educativa en un escenario adecuado para el ejercicio de nuevas prácticas
de formación de profesionales.
Proponer un Programa Rector
de la Promoción y la Educación para la Salud para esta instancia. Dar a
conocer y emplear frecuentemente en sus planificaciones, proyectos y
programas, información confiable y oportuna relacionada con la
cotidianidad escolar, su salud y bienestar.
Mejorar la calidad de vida de los estudiantes a partir de programas y
actividades de concienciación (conducción de riesgo, consumo
responsable, etc.).
Propiciar el desarrollo de competencias en los estudiantes en el modelo
de habilidades para la vida.
Capacitar a los docentes, para que empleen los escenarios de aprendizaje
para el desarrollo de las competencias profesionales y personales.
En la parte académica se debe incorporar en el currículo asignaturas que
estén orientadas al desarrollo de estilos de vida saludables, el
mejoramiento de la calidad de vida y la búsqueda de la salud integral
como agentes activos en el proceso de formación como profesionales y
como personas.
Además, se debe apoyar el cambio a una docencia centrada en el
estudiante para enfatizar una idea de salud centrada en quien la vive,
del mismo modo que el aprendizaje significativo activo fomenta la
reforma y encaja perfectamente con las habilidades para la vida.
Beneficios de la
Implementación de los Programas de “Universidades Saludables”:
Generar respuestas
individuales, colectivas, comunitarias e institucionales, para la
identificación y abordaje de situaciones relacionadas con la salud y el
bienestar que afecten a la Comunidad Educativa (estudiantes, profesores,
trabajadores y padres) en su conjunto.
Rescatar la cotidianidad y
la cultura escolar para dar respuestas a los problemas y situaciones
detectadas.
Establecer relaciones
interinstitucionales e intersectoriales para la identificación y
abordaje de los problemas de salud (bienestar) que afecten a la
Comunidad Educativa en su conjunto.
Transformar la concepción de
universidad, limitada a sus muros y a su espacio físico, e involucrar a
la Comunidad Educativa que interviene en la formación de sus
profesionales.
Desarrollar y
fortalecer estilos de vida salutogénicos y ofrecer a los miembros de
esta comunidad opciones de aprendizaje, experiencia, ambientes y
entornos saludables.
Con lo anterior, se manifiesta
la importancia de que en México las instituciones formadoras de recursos
humanos, principalmente (pero no exclusivamente), los del ámbito de la
salud, mantengan el compromiso de educar para la salud como uno de los más
preciados valores para la vida, yendo más allá de los modelos tradicionales
y de la mera visión de la medicina curativa.
Universidad de Guadalajara Promotora de la Salud
El trabajo
realizado en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud se ha difundido
entre otras dependencias de la Universidad de Guadalajara dando pie a la
iniciativa Universidad de Guadalajara promotora de la Salud. En septiembre
de 2011 se realizó en el CUCS el Seminario Internacional “Fortaleciendo la
promoción de la salud en los ámbitos universitarios”, con la participación
de profesores de la Universidad Católica de Chile y de la Universidad Rey
Juan Carlos de España. Ambas instituciones con reconocido liderazgo en el
ámbito de las Universidades Promotoras de la Salud en Iberoamérica. Al
seminario asistieron profesores, administrativos y alumnos de diversos
Centros Universitarios.
Los representantes
de diferentes dependencias de la Universidad de Guadalajara acordaron
suscribir los principios y valores propuestos por los Centros de Educación
Promotores de Salud integrantes de la Red Iberoamericana de Universidades
Promotoras de la Salud, comprometiéndose:
Con la
iniciativa de UDG Promotora de la Salud.
A comunicar e
involucrar a las autoridades, representantes sindicales y estudiantiles
(FEU) de los Centros Universitarios temáticos, regionales, así como los
Sistemas (SEMS y SUV).
A proponer
a través del Rector del CUCS al Consejo de Rectores la firma del
compromiso de UDG Saludable.
A realizar
un evento de lanzamiento y reconocimiento del liderazgo Universitario en
promoción de salud de jóvenes y trabajadores.
Se definen como
estrategias prioritarias de trabajo tres áreas: entornos saludables,
comunicación, auto cuidado y habilidades para la vida.
A establecer
alianzas estratégicas con autoridades de organismos gubernamentales
Federales y Estatales, así como OPS/OMS México.
A realizar
el Primer Encuentro de UDG Promotora de la Salud (septiembre 2012).
Se está elaborando
un catálogo
de
programas
y servicios de promoción, prevención y atención a la salud que ofrecen las
dependencias universitarias
participantes, para su difusión en línea.
Con base en estos
trabajos, el día 4 de octubre en el marco de la reunión de la Red
Iberoamericana de Universidades Promotoras de la Salud, en la ciudad de San
José de Costa Rica, se otorgó el reconocimiento a la Universidad de
Guadalajara como “Universidad Promotora de la Salud”. Este reconocimiento
fortaleció el compromiso de los participantes en la iniciativa. Se
definieron grupos de trabajo integrando a profesores y alumnos de los
Centros Universitarios participantes para establecer estrategias en la
búsqueda de recursos universitarios y de ONG´s para fortalecer la
implementación de programas de promoción de la salud. Asimismo, se integró el
Comité Organizador del Primer Encuentro de UDG Promotora de la Salud.
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Dr. Héctor Raúl Pérez Gómez. Rector, 2010-2013. Mayo de 2010.
Artículo recibido el 25/11/11, Aceptado el 10/03/12.
Dirección
del autor para envío de correspondencia: Rosa
Martha Meda L.
*
Centro
Universitario
de Ciencias de la Salud, Universidad de Guadalajara, Guadalajara, México.
b.
Psicóloga, Mg.
Psicología de la Salud.
c.
Psicólogo, Mg.
Psicología Educativa.
d.
Cirujano
Dentista, Mg. Ciencias Médicas.
ANEXOS
Se presentan algunos de los
pendones que se han diseñado para el proceso de concientización para la
adopción de estilos de vida saludables en el marco del Programa
Universitario CUCS Saludable.
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