TRABAJO ORIGINAL
Impacto de reformas educacionales y estructurales en cinco carreras
José Zamora S.1a, Ruth Candia E.2b, Eduardo González F.2c RESUMEN
Introducción:
El año
2003, las Carreras de Enfermería, Kinesiología, Nutrición y Dietética,
Obstetricia y Puericultura y Tecnología Médica de la Facultad de
Medicina de la UFRO, plasman un cambio curricular que abarcó aspectos
estructurales y metodológicos. Entre los primeros: aumento de la
duración de las carreras a cinco años, disminución de actividades
presenciales a 20 horas cronológicas semanales intra-aula y disminución
de pre-requisitos de una asignatura a un máximo de dos. Entre los
educacionales: Educación Centrada en el Estudiante, Aprendizaje Basado
en Problemas, Aprendizaje Multiprofesional, Integración y actividades en
grupos pequeños. Las innovaciones objetivaban: responsabilizar al alumno
de su propio aprendizaje, valorar el trabajo colaborativo, aprender
integradamente. Adicionalmente mejorar los índices de retención,
titulación y reprobación. Palabras clave: Cambio curricular, Carreras de la salud.
SUMMARY
Impact
of
educational
and structural
reforms in
five careers
Introduction:
In 2003,
the Programs of
Nursing,
Kinesiology, Nutrition
and Dietetics,
Midwifery
and Medical
Technology of the
Faculty of
Medicine University of La Frontera,
created a
curriculum change
that included
structural
and methodological
aspects.
Among the first:
increasing the
length of careers
to five
years,
decreasing
of
classroom
activities
to 20
chronological
hours
weekly
and decreasing
pre-requisites
of a course
to a maximum
of two.
Among the
educationals:
Student-Centered
Education,
Project Based
Learning,
Multiprofessional
Learning, Integration
and small
group activities.
Innovations
objectified:
empowering the
student
for their own
learning, evaluate
collaborative work,
knowledge integration.
Additionally,
improve
retention,
graduation
and failure
rates.
Keywords:
Curricular change,
Health
care
Careers.
INTRODUCCIÓN El cambio curricular hacia procesos centrados en el estudiante, aprendizaje basado en problemas, integración curricular, entre otras medidas en las escuelas de las profesiones médicas, ha venido tomando un gran impulso desde finales de los años sesenta del siglo 20. Así esta nueva visión, que habría comenzado con la experiencia de la Universidad de Mc Master en Canadá, la han seguido otras universidades de ese país y del mundo1-5, siendo incorporadas con diferentes grados de profundidad y ubicación en la estructura curricular6,7. Desde fines de los años 80 y durante los años noventa, la Facultad de Medicina de la UFRO, establece dos convenios de cooperación con el gobierno de Canadá y la Universidad de McMaster, para iniciar un proceso de innovación en la educación de esta Facultad:
Con estos convenios se produjo un rico intercambio de docentes entre Canadá y Chile, lo cual significó que algunas carreras ya desde los inicios de los noventa iniciaran experimentalmente cambios metodológicos y prácticas integradoras producto de esas experiencias. En ese sentido, la Carrera de Kinesiología fue pionera iniciando cambios el año 19918. También la carrera de Nutrición tuvo experiencias con ABP9, y de Integración en Tecnología Médica. (Jornada: Evidencias y Creatividad en la Docencia en Ciencias de la Salud. U. de Chile 2000. Zamora J., Artigas CG y cols. Unidad de Integración para el V Nivel de la Carrera de Tecnología Médica de la Universidad de La Frontera). El año 2000, producto de la obtención de un proyecto de Mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior (FRO 0003) "Innovación Curricular en la Facultad de Medicina"10, la Facultad de Medicina, rescatando la experiencia lograda, tomó la decisión de innovar sus objetivos y métodos educacionales, volcándolos hacia la construcción de aprendizajes significativos, una visión integradora y holística de las diferentes áreas del saber y una firme decisión de centrar el proceso enseñanza-aprendizaje en el estudiante, para hacerlos así responsables de su propio aprendizaje, capacitados de asumir el proceso de aprender de por vida y, por lo tanto aptos y preparados para armonizar en una sociedad cambiante. Para la consecución de sus propósitos se incorporó el aprendizaje basado en problemas junto a otras metodologías centradas en el estudiante, aprendizaje multiprofesional, trabajo en grupos pequeños, integración modular de asignaturas, entre los componentes metodológicos más importantes. Se definió, además, para todas las carreras de la Facultad, cuatro líneas curriculares: Gestión e Investigación, Morfofunción, Profesional y transversalmente el componente Humanista10. Los cambios dentro de las directrices generales de la Facultad dieron un margen de flexibilidad al interior de las carreras, tal fue el caso de Tecnología Médica, donde se mantuvo tres asignaturas en régimen tradicional, debido a que se impartían por una facultad distinta a la de Medicina11. Adicionalmente se incorporaron aspectos estructurales en las mallas curriculares. Una, para responder a las demandas desde las cinco carreras, con la entrega de las licenciaturas en cada profesión, lo que implicaba aumentar los semestres de formación a diez. De las cinco carreras, cuatro tenían currículos de cuatro años y enfermería de cuatro años y medio. Además, desde la Casa Central de la Universidad se acuerda disminuir las cargas horarias presenciales intra-aula a un máximo de 20 horas semanales y bajar a un máximo de dos asignaturas como pre-requisito curricular para tomar una asignatura siguiente. Tales cambios están acordes con una visión de centrar el proceso en el alumno y por lo tanto tener más tiempo extra-aulas para alcanzar personalmente los diferentes objetivos educacionales por parte de los estudiantes, por otro lado, el acotar los pre-requisitos apuntaría a mirar la educación de forma más integradora, dejando de lado la idea que un profesional se forma por la adquisición de disciplinas desarticuladas entre sí, forzando así, a crear nuevos espacios de integración real y mayor comunicación y coordinación entre los responsables de las líneas curriculares. Tanto los cambios educativos, como también los estructurales, deben ser evaluados en su impacto en los índices que mayormente importan a nuestras autoridades educacionales ministeriales, los indicadores de retención, reprobación en primer año y cohortes de titulación de nuestros alumnos, cuestión que para Peluffo y Knust es uno de los desafíos más importantes para las Universidades Latinoamericanas12. El presente trabajo informa sobre estos tres aspectos comparando el régimen previo con el innovado, cuando ya hay una primera promoción totalmente innovada. Se considera también el lapso de transición cuando corresponda.
MATERIAL Y MÉTODO Estudio bajo el paradigma cuantitativo, no experimental, descriptivo, transeccional, años 1999 – 2008. Se trabaja con promedios y porcentajes. Se revisan las Bases de Datos Institucionales de Avance Académico, en cuanto a niveles de repitencia en primer año, número de alumnos que ingresan a primer año que se matriculan en segundo (retención) en el período 1999 a 2008. Además se examinan las cohortes de egreso, considerando el tiempo promedio de titulación entre los años 1999 – 2002 correspondiente al régimen tradicional, y período 2003 – 2006 correspondiente a la transición. Cabe aclarar que la ley obliga a dar a los alumnos la opción de optar al cambio de programa si este cambia de nombre u ofrece una formación mayor. Finalmente, se incluye la primera cohorte de egreso con régimen innovado (año 2007).
RESULTADOS
Tasa de aprobación en Primer Año: Tabla 1. Tasa de Aprobación*.
* N° de alumnos que aprueban todas las asignaturas de primer año / N° de alumnos matriculados en primer año.
Todas las carreras mejoran sus tasas de aprobación, desde un 16% en Tecnología Médica hasta 42,8% en la carrera de Nutrición y Dietética, y 44% en Obstetricia y Puericultura.
Tasa de retención:
Tabla 2. Tasa de Retención*.
*Número de alumnos matriculan en primer año versus el número de ellos que se inscriben el segundo año.
Tiempo Promedio de Titulación(Cohortes
de egreso):
Tabla 3a. Cohortes de Egreso 1999 – 2007*.
*Tiempo promedio real de titulación / Tiempo teórico de titulación
Tabla 3b. Promedios Cohortes de Egreso: Tradicional, Transición e Innovado*.
DISCUSIÓN Los resultados de los tres parámetros estudiados en este trabajo muestran, en una visión general, que los cambios curriculares implementados por las carreras de Enfermería, Kinesiología, Nutrición y Dietética, Obstetricia y Puericultura y Tecnología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Frontera, revelan mejorías sustantivas en esos indicadores, los cuales se asocian con la eficiencia institucional. Sin embargo, hay diferencias en el grado de logro o mejora, al revisar cada medida y carrera en particular. Así, en los niveles de aprobación en primer año, se observó una mejora importante en las cinco carreras analizadas, con logros relevantes en Obstetricia y Nutrición, siendo el de Tecnología Médica el resultado más bajo. Consideramos que este aspecto está influenciado principalmente por las modificaciones educativas incorporadas en el nuevo modelo educativo, que enfoca el proceso de enseñanza/aprendizaje en el alumno, incorporando módulos de integración, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje en grupos pequeños, entre otros, por cuanto el aprendizaje de los alumnos del primer año no se ve afectado por aspectos estructurales incorporados en el currículo como aumento de años de formación, disminución de prerrequisitos o carga horaria intra-aula. La carrera de Tecnología Médica mantuvo tres asignaturas tradicionales al inicio de su formación. Estas asignaturas no tuvieron ningún tipo de innovación, integración o cambio metodológico, correspondiendo a aquellas que imparte la Facultad de Ingeniería Matemáticas Química y Física. En cuanto a los niveles de retención, las carreras de salud en general tienen alta aceptabilidad social y aún en las carreras con alta repitencia en el modelo tradicional, no parece ser un factor para el abandono de ellas. Sin embargo, llama la atención el aumento en la retención de Tecnología Médica, muy por encima del resto, dado que históricamente un número importante de sus alumnos del primer año postulaba el segundo año a otras carreras. En ello creemos se conjugan dos factores, uno educacional, aportado por la disminución de la repitencia, y otro estructural, dado que los ramos no innovados de las llamadas ciencias duras no fueron considerados como pre- requisito para que los estudiantes pudiesen seguir avanzando curricularmente, situación que en el modelo tradicional implicaba atrasarse un año, al estar secuenciados en largas cadenas curriculares. Otro posible factor sería que, al incorporar una mayor integración de asignaturas básico/profesionales y por lo tanto una mayor diferenciación entre las mallas de tecnología médica y otras carreras de la facultad, los alumnos postularían a la carrera como opción prioritaria. En cuanto a los tiempos promedios de titulación, también hay resultados disímiles. Las carreras de Enfermería y Tecnología Médica mejoran sus cohortes de egreso en tal magnitud que, en promedio, sus alumnos demoran menos en egresar en el régimen innovado de 10 semestres comparado al de nueve (Enfermería) y ocho (Tecnología Médica) del sistema anterior. Este logro debe ser profundizado en sus razones, dado que es un argumento en contra de aquellas tendencias que postulan una disminución de los años de formación en las carreras universitarias. Mención aparte debe darse a los cambios discretos que se logran en Kinesiología: si bien formalmente esta carrera iniciaba su proceso junto con las demás carreras aquí analizadas, año 2003, en estricto rigor desde 19918, se inició un proceso de innovación metodológico en base a principios de aprendizaje y directrices educacionales que después formaron parte esencial del proyecto MECESUP, que posibilitó realizar las modificaciones que impulsaba la Facultad de Medicina, por lo que gran parte de la innovación metodológica ya se había realizado y, por lo tanto, los factores estudiados ya habrían ejercido su influencia. Tal vez este hecho, en la carrera de Kinesiología, avale que el impacto más importante ocurra por la vía de las innovaciones educacionales, más que por los cambios estructurales. Finalmente, creemos que sería interesante buscar o medir otros logros que permitan dilucidar con mayor claridad si los cambios que ocurren, en las cinco carreras estudiadas, se deben a las innovaciones en aspectos educativos o a los cambios estructurales que se implementaron conjuntamente. Navarro, en un estudio cualitativo sobre los cambios en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Frontera, concluye: “Las opiniones expresadas por los estudiantes apoyan el modelo pedagógico implementado en el año 2003 con el proyecto de innovación curricular, destacándose el desarrollo de las capacidades de autoaprendizaje, liderazgo, trabajo colaborativo, análisis crítico de la información, búsqueda sistemática de la información, aprendedor de por vida, entre otras, lo que en la actualidad se compatibiliza con la concepción de las competencias genéricas”13. Lo anterior refuerza la idea que las innovaciones iniciadas por la Facultad de Medicina de la UFRO, no sólo tienen un respaldo desde los parámetros de eficiencia más reclamadas por las organizaciones gubernamentales, sino que además los alumnos perciben las ventajas del cambio y logran valorar las nuevas competencias que con ellas adquieren. Este estudio avala la bondad de los cambios realizados en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Frontera desde una visión cuantitativa así como el trabajo de Navarro y cols.13 lo hace desde una mirada cualitativa.
CONCLUSIONES Los cambios introducidos en estas cinco carreras muestran un impacto positivo en los indicadores estudiados. Hay diferencias entre las carreras, que deberían indagarse en profundidad al interior de ellas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Artículo recibido el 11/10/11, Aceptado el 13/04/12.
Dirección del autor:
E-mail:
jzamora@ufro.cl
1
Oficina
de Educación en Ciencias de la Salud, Universidad de la Frontera, Temuco,
Chile.
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