INVESTIGACION
Estilos
de
aprendizaje
y
percepción
del
método
activo Guido Silva T.1, Olga Acuña H.2 ,y Fernando Moya-Méndez E.3 RESUMENIntroducción: La Universidad de Antofagasta ha reflexionado sobre
el modelo educativo basado en el aprendizaje, en la práctica significa
pasar desde un modelo centrado en el profesor a uno centrado en el
alumno.
SUMMARY Learning styles and
perception of the active method Introduction:
The University of Antofagasta has reflected on the educative model based in
learning, in practice means passing from a professor centred model to a
student centred one.
INTRODUCCIÓN Nos encontramos en una sociedad cada vez más compleja que exige cambios sociales, generados por una mezcla de ideologías, por las nuevas condiciones económicas que se han desarrollado últimamente, por el cambio de principios y valores producidos, muchos como consecuencia del poder económico y para nadie es una sorpresa, el desarrollo masivo de la tecnología asociado al poder comunicacional a través de Internet, TV u otros medios, pero una consecuencia de lo anterior ha sido cómo estos cambios han influido en modificar el contexto en que se desarrolla la Educación. En el documento Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción , en relación a la nueva visión de la educación superior, el artículo 9, establece la necesidad de una “nueva visión y un nuevo modelo de enseñanza superior centrado en el alumno , que exige reformas profundas en la mayoría de los países…”, así como “la renovación de contenidos, métodos, prácticas y medios de transmisión del saber”. Más adelante agrega que "Las instituciones de educación superior deben formar ciudadanos bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar los problemas de la sociedad…”. Para alcanzar estos objetivos, “puede ser necesario reformular planes de estudio y utilizar métodos nuevos y adecuados que permitan superar el mero dominio cognitivo de las disciplinas…”, agregando más adelante que se debe “propiciar la adquisición de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, el análisis creativo y crítico, la reflexión independiente y el trabajo en equipo en contextos multiculturales”(1). Lo anterior significa una profunda transformación y demanda de la sociedad a la educación superior, en la formación de nuevos profesionales que deberán adquirir conocimientos además de desarrollar competencias y habilidades, para ser capaces de integrarse a la sociedad permitiendo el desarrollo de ésta. La adquisición de conocimientos por el hombre conlleva una
diversidad de formas de aprendizaje, lo que se relaciona con
procesos intrínsecos de cada individuo como: pensar, percibir,
razonar frente a una situación, procesar información existente y cómo
se recupera la información. En otras palabras, los estilos de aprendizaje
son diferentes y éstos se definen como “los rasgos cognitivos,
afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente
estables, de cómo los discentes perciben, interaccionan y responden a sus
ambientes de aprendizaje” (2). Las Universidades han indicado en repetidas
oportunidades su preocupación por el cumplimiento de una de sus tareas
básicas, la docencia para la formación de nuevos profesionales. El
profesor Zabalza (3),
indica que la sociedad
tiene una nueva visión de
la formación universitaria en relación al conocimiento y que esta
formación es un recurso social y económico fundamental, pero para que
resulte efectiva, debe plantearse como un proceso que no sólo se
circunscriba a los años universitarios sino que dure toda la vida (3). Por eso, “Aprender
a aprender” (4) es una acción que permitirá a nuestros estudiantes inicialmente y
luego como profesionales, adquirir
competencias para una actualización constante permitiéndoles
con ello ayudarlos en su vida profesional y con los demás. De
modo que un aprendizaje a través de la experiencia personal es esencial
cuando se trata de generar profesionales reflexivos y críticos, capaces
de saber ejercer con eficacia en un sistema en continuo cambio. Por lo tanto, se hace necesario proporcionar al estudiante oportunidades de aprendizaje efectivas. Una de las estrategias para alcanzar estos fines es identificar el estilo de aprendizaje que cada estudiante tiene, de modo de hacerlo conocer sus propios estilos de aprendizaje para adaptarse a él o modificarlo si fuese necesario y hacerlos comprender la existencia de las diferencias individuales. Los estudiantes del área de salud son jóvenes que tienen una motivación intrínseca hacia sus respectivas carreras, y su ingreso está avalado por los puntajes obtenidos en las pruebas de selección a las Universidades Chilenas. De los docentes se espera que facilitemos experiencias que les conduzcan a realizar aprendizajes significativos en las distintas situaciones de su currículo, siendo fundamental reconocer su forma personal de aprender para desarrollar su potencial. Por tanto, desde el punto de vista del profesor como del alumno, el concepto de los estilos de aprendizaje resulta especialmente importante porque ofrece la posibilidad de conseguir un aprendizaje más efectivo, ya que mientras más información tengamos de nuestros alumnos como docentes, mayores serán las posibilidades de acercamiento entre los tres vértices del triángulo del proceso de aprendizaje: alumno, profesor y curriculum. Teniendo como base
lo descrito, este trabajo tiene como objetivo
conocer los estilos de aprendizaje de los estudiantes del ciclo básico
de Medicina y la percepción
de ellos al iniciar un cambio de modelo pedagógico centrado en
el alumno, situación que se ha oficializado en la Universidad de
Antofagasta-Chile.
MATERIAL Y METODO Además,
se aplicó un cuestionario sobre la percepción de
los alumnos sobre este cambio
de modelo pedagógico centrado en el alumno.
RESULTADOS
Los resultados del Cuestionario de Honey-Alonso del Primer (n=52), Segundo (n=57) y Tercer año de Medicina (n=57), se presentan en las Tablas Nº 1,2 y 3 respectivamente, en las que se expresan en porcentaje las preferencias de los estudiantes en los estilos Activo, Reflexivo, Teórico y Pragmático, distribuídos en diferentes categorías. Tabla Nº1. Resultados del Primer Año en porcentaje
Tabla Nº2. Resultados del Segundo Año en porcentaje
Tabla Nº3. Resultados del Tercer Año en porcentaje
La distribución de estilos de aprendizaje indica un predominio del estilo activo, en el primer año de la Carrera. En segundo año, destaca con un 59,6 % la preferencia por el estilo activo en la categoría moderada, mayor que la observada en primer año. El mayor porcentaje de alumnos con estilo pragmático se presenta en tercer año, además de mostrar una preferencia similar por el estilo activo, en la categoría moderada. La
comparación de alumnos de primer, segundo y tercer año por
estilos de aprendizaje
Activo, Reflexivo, Teórico y Pragmático, se observa en los figuras 1, 2, 3
y 4. Figura
1.
Estilo Activo. Comparación de los
alumnos de primer,
Figura
2.
Estilo Reflexivo. Comparación de
los alumnos de primer,
Figura
4.
Estilo
Pragmático. Comparación de los alumnos de primer, Los resultados de la encuesta aplicada para valorar el método tradicional de enseñanza y la percepción que los estudiantes tienen para trabajar con una metodología activa, basada en el aprendizaje, muestra que a la consulta si su asistencia a clases tiene el propósito que el profesor le enseñe las diferentes materias, la respuesta fue afirmativa por un 95,4%. Incluso un 64% de ellos agrega que éste debe entregarle todos los contenidos que debe saber; a la pregunta si su rol como estudiante era activo o pasivo, el 75% reconoce ser un alumno pasivo; que no aporta conocimientos a la clase en un 86%, siendo una metódica constante dejar una grabadora durante las clases en un 80% de ellos. En
relación a la malla curricular, los estudiantes indican en un 58% que las
materias son inconexas y un 60% de ellos sostienen que
los contenidos son abrumadores
y sobrepasan las posibilidades de tiempo para su real aprendizaje. A la consulta si le agradaría aprender en forma autónoma, un 65,4% responde afirmativamente. Sobre la posibilidad de desarrollar diferentes competencias tales como comunicación, desarrollar el pensamiento crítico, solucionar problemas, habilidades de interacción social, autoaprendizaje e iniciativa personal y otras, con miras a la futura aplicación del método centrado en el alumno, más de un 90% indica buena disposición para desarrollar diferentes competencias, aunque a la pregunta, si asumiría la responsabilidad de comprometerse a estudiar y aprender, siendo su profesor sólo un guía o facilitador del aprendizaje, el 52% de los estudiantes no está dispuesto a esta tarea.
DISCUSIÓN El cambio de modelo pedagógico basado en el aprendizaje, exige creatividad para programar nuevas estrategias de aprendizaje. Las investigaciones cognitivas han demostrado que cada individuo aprende de diversas formas como respuesta a los factores socioculturales, económicos y académicos a los que se enfrenta. En este
trabajo se observa que los alumnos de tercer año
presentan modificaciones de sus estilos de aprendizaje,
existiendo una tendencia a ser más Reflexivos y Pragmáticos que sus
compañeros. Es decir, nuestros
estudiantes varían sus estilos de aprendizaje a medida que avanzan en
su ciclo básico, lo que podría ser la resultante de diferentes
factores sobre el proceso enseñanza-aprendizaje, que modificarían el
perfil de ingreso. En efecto, se
observa que prioritariamente el estilo activo es el indicado por los
alumnos de segundo año,
desarrollando en menor grado los estilos teórico, reflexivo y pragmático,
no destacando una preferencia por algún estilo los alumnos de primer año.
De lo anterior, podría inferirse que a medida que el proceso de
enseñanza-aprendizaje recibido por lo alumnos de tercer año,
ha sido más largo que lo vivido por sus compañeros de cursos
inferiores, ellos paulatinamente vuelcan sus preferencias por el estilo
reflexivo y pragmático prioritariamente, que se presenta menos
desarrollado en los otros niveles. En este mismo aspecto, Ordóñez (7) analizando los estilos de aprendizaje de los estudiantes de
carreras de Ciencias de la Salud de su universidad, observaron que no
existen diferencias significativas entre estudiantes de una misma
carrera, independiente del nivel cursado. La
determinación de los estilos, permite la planificación de estrategias
de enseñanza destinadas a lograr aprendizajes significativos y a la
vez, la comprensión del propio estilo por parte del estudiante, que es
uno de los factores clave para desarrollar la capacidad de aprender a
aprender. De esta manera, tanto para el estudiante como para el
profesor, el concepto de los estilos de aprendizaje resulta interesante
y de una consideración importante, porque ofrece posibilidades de
actuación para optimizar el proceso educativo. Por otra parte, y como una extensión a los resultados
obtenidos, sería de interés entrenar a los estudiantes en técnicas de
autoevaluación para que tomen conciencia de la forma cómo aprenden según
el contexto en que se encuentran: aula, grupo de trabajo, tutoría,
laboratorio, grupos de discusión clínica, etc., de modo que pudiesen
verificar sus estilos con el objeto de
desarrollar aquellos más débiles o menos desarrollados. El hecho
que los alumnos mantengan sus preferencias por la formación
tradicional, modelo basado en la enseñanza, estaría dado posiblemente
por su larga formación previa de doce años en la educación básica y
media donde el alumno es guiado estrechamente por sus docentes, y donde
muchas veces no se establecen metas de aprendizaje. Posiblemente esto es
el reflejo del alto porcentaje de alumnos, 52%, que indica que no asumiría
la responsabilidad de comprometerse a estudiar y aprender en esta nueva
modalidad, lo que debemos interpretar como una resistencia natural de
los alumnos de la dependencia a la autonomía intelectual. Finalmente,
se concluye que para nadie es desconocido que
el proceso de globalización que afecta a la educación obliga a
cambios, alguno de los
cuales afectan a los alumnos generando resistencia por parte de ellos.
Pasar del modelo centrado en la enseñanza a un modelo basado en el
aprendizaje, obliga a
cambios curriculares, al uso de nuevas metodologías de aprendizaje, a
nuevas tecnologías (TICs) , a nuevos sistemas de evaluación y a
cambios en el rol del profesor y del alumno, el que necesita saber sobre
sí mismo, sobre sus características
y preferencias personales
que impactan estrechamente en
el aprendizaje y en el
desarrollo de sus competencias tan necesarias
para desarrollar el perfil profesional requerido
en nuestros tiempos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
2 Profesor de Biología y Química, Diplomado en Educación Médica, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Antofagasta. 3 Médico Cirujano, Facultad de Medicina Universidad de Antofagasta.
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