RESUMEN BIBLIOGRAFICO
RETROALIMENTACIÓN
DE LA ACTIVIDAD DOCENTE
Introducción La enseñanza de la
medicina implica necesariamente que los estudiantes aprendan de expertos
las bases teóricas y la práctica de un dominio específico del
conocimiento. Pero surge el problema que estos ambientes de aprendizaje
están diseñados primitivamente para el cuidado de los enfermos y no
para la enseñanza. Los estudiantes y residentes tienden a ver un
limitado rango de problemas clínicos, y relativamente pocos casos son
discutidos con la presencia de médicos. Y cuando esto sucede, la
interacción es de corta duración, focalizada en las opciones de manejo
y tratamiento, involucrando poca enseñanza, y virtualmente sin
retroalimentación. El problema radica en que, aunque los médicos están
dispuestos a enseñar a estudiantes, la mayoría de ellos no posee
calificación formal como profesores, y a menudo no han sido instruidos
para enseñar. Está más o menos asumido que los médicos en un rol de
modelos pueden proveer el ejemplo para demostrar lo que se debe enseñar,
y los estudiantes aprenden por imitación de los médicos que respetan.
El rol de modelaje es uno de los medios más poderosos para transmitir
valores, actitudes y patrones de pensamiento y conducta a los
estudiantes. Sin embargo, no es el único. Como base teórica general
del desarrollo de ambientes de enseñanza contextualizados, se han
definido otras cuatro formas de facilitación de la supervisión de
estudiantes en práctica profesional: andamiaje, entrenamiento,
colaboración y distanciamiento. La primera forma es
modelaje. El propósito es que el estudiante observe al experto, y luego
lo imite. El modelaje se enfoca no sólo en procesos físicos sino también
en procesos de pensamiento subyacentes, como por ejemplo explicar por qué
algo se hace de determinada forma. Esto puede hacerse mientras el médico
está desarrollando una actividad práctica. Sin embargo, un buen
modelaje implica que los médicos como profesores interactúan con los
estudiantes y comparten con ellos sus pensamientos como “practicantes
reflexivos”, ayudando a iluminar en los alumnos el proceso de
pensamiento y acción, a través de la demostración de destrezas
razonadas y viendo al paciente como un todo. La segunda forma es
andamiaje. La idea aquí es que el estudiante es estimulado por el médico
a realizar acciones que no podrían realizarse sin su ayuda. Los
andamios se necesitan cuando las estructuras cognitivas están
incompletas o inestables. El andamiaje sustenta y simplifica una tarea y
es necesario para capacitar al alumno a acometer otras acciones
imposibles de realizar sin esta base. La
tercera forma es entrenamiento. Implica la observación y la ayuda a los
estudiantes mientras intentan aprender o realizar una tarea. El médico
debe observar al alumno en su desempeño frente al paciente, y otorgarle
retroalimentación. La cuarta forma es
colaboración. Es inherente a la interacción cotidiana. Los estudiantes
interactúan con otras personas, pacientes y médicos, e intercambian
ideas y sistemas de creencias. La quinta forma es
distanciamiento. Con el tiempo, el sustento que se le otorga al
estudiante debe ser gradualmente reducido. Al final, el alumno ha
logrado trabajar en forma autónoma, es capaz de reflexionar acerca de
sus fortalezas y debilidades y de regular su propio aprendizaje, a través
de las experiencias de su práctica, aprendiendo de las interacciones
con pacientes y otros médicos. Estas cinco formas
representan un continuo desde una supervisión muy dirigida por el médico
hacia una progresiva disminución de la misma, y por consiguiente, hacia
una mayor actividad auto-regulada del estudiante. Los médicos deben ser
capaces de utilizar con flexibilidad estas diversas formas, y ajustarlas
a las necesidades del estudiante y al nivel de su auto-regulación. El propósito de este
estudio es desarrollar un instrumento que sirva de retroalimentación a
los médicos que supervisan estudiantes en práctica clínica, basado en
las cinco formas de facilitación ya descritas. Este instrumento está
fundamentado en teorías generales acerca de ambientes de enseñanza
contextualizados, y por lo tanto, aplicables no sólo a Medicina, sino
que a otras disciplinas. Método El estudio
descriptivo fue realizado en el Departamento de Pediatría del
Hospital Docente de Maastricht, Holanda. Participaron 13
pediatras, que fueron evaluados por al menos 6 estudiantes de 5º y 6º
años. El número de estudiantes por pediatra osciló entre 6 y 14. Se confeccionó un
instrumento para ofrecer a los médicos una retroalimentación de su
actividad de supervisión de estudiantes en práctica clínica.
Los ítems fueron derivados de las ya mencionadas formas de
facilitación: modelaje, andamiaje, entrenamiento, colaboración y
distanciamiento. Todos los pediatras recibieron una lista de 15 ítems,
especificando características conductuales que corresponden a las 5
formas de facilitación. Se les preguntó
el grado de relevancia que le otorgaban a cada característica,
en escala de 1 a 5 (1 = completamente irrelevante, 5 = muy relevante).
Todas las conductas fueron evaluadas como relevantes (4 o más de una
escala de 5 puntos) por 10 médicos que respondieron. Sin embargo, hubo
algunos comentarios en la redacción de los ítems, lo que significó
reformular varios. Al
final, el instrumento resultante se compuso de 15 aseveraciones,
relacionadas con las diversas formas de facilitación, con una escala de
5 puntos (1 = total desacuerdo, 5 = total
acuerdo), que fueron las siguientes:
Rol de modelaje: 1. Me demostró cómo tomar una historia; 2. Me
demostró cómo hacer un examen físico; 3. Mostró un buen rol de
modelaje; 4. Me explicó por qué debía hacer las cosas de un modo
dado. Rol de andamiaje: 5.
Me aseguró un ambiente de aprendizaje protegido o confiable; 6. Ajustó
sus acciones de apoyo a mi nivel de experiencia o competencia; 7. Me
ayudó a hacer acciones que no podría haber realizado sin su apoyo. Rol de entrenamiento:
8. Me observó detenidamente mientras confeccionaba una historia o hacía
un examen físico; 9. Me otorgó una retroalimentación constructiva
durante o después de sus observaciones; 10. Me hizo preguntas que eran
instructivas o que facilitaban el aprendizaje. Rol de colaboración:
11. Estuvo dispuesto a dar explicaciones y a responder preguntas; 12. Me
preguntó por mis conclusiones basadas en mi examen; 13. Me pidió que
le explicara por qué elegí una determinada línea de trabajo. Rol de
distanciamiento: 14. Me animó a desarrollar acciones en forma
independiente; 15. Me estimuló a pensar en mis fortalezas y debilidades
para el aprendizaje futuro. Además, se incluyó
un juicio global en el cual se les preguntó a los estudiantes sobre el
desempeño de los médicos en su supervisión (escala de 1 a 10, en que
6 es suficiente y 10, excelente) (pregunta 16). Finalmente, se
incluyeron dos preguntas abiertas, para que los estudiantes pudieran
hacer sugerencias: ¿qué opina de la supervisión?, y ¿qué consejo le
daría al médico para mejorar su supervisión? El instrumento ya
descrito fue utilizado por los estudiantes de la rotación de Pediatría
del Hospital de Maastricht al final de su pasada, para evaluar el
desempeño de los médicos supervisores. Resultados A cada docente
evaluado se le entregó un documento, conteniendo información de ítems
individuales agrupados en las cinco formas de facilitación (roles de
modelaje, andamiaje, entrenamiento, colaboración y distanciamiento). Se
consigna el puntaje promedio por ítem, con la correspondiente desviación
standard y el número de estudiantes que participó. Además, se
establecen puntajes altos (sobre 4 en escala de 1 a 5) y bajos (bajo 3).
Un puntaje bajo indica qué aspectos necesitan ser mejorados, agregándose
sugerencias en tal sentido. Además, se
confeccionó un perfil visual para ilustrar las fortalezas y debilidades
del cometido de un médico en particular. Los puntajes promedio del médico
se muestran en gráfico de barras, basados en las opiniones de los
estudiantes en cada uno de los ítems. El puntaje promedio por pregunta
de los 13 pediatras participantes en el estudio se muestra en una línea.
El perfil muestra la posición relativa de ese médico en relación con
los demás, y también evidencia las fortalezas y debilidades relativas
de los 13 médicos participantes, en relación a las 5 formas de
facilitación, graficadas en una línea. Estos hallazgos nos dan
información para la formación de los médicos y el desarrollo de los
programas de la facultad. En el futuro, la
retroalimentación no se establecerá sólo para cada médico, sino
también para el jefe de departamento y la oficina del decanato. Este método
puede utilizarse no sólo para mejorar el trabajo sino para establecer
un sistema de valoración de la actividad médico-docente. El jefe de
departamento puede guardar la información para utilizarla en sesiones
anuales de revisión con el médico. La oficina del decanato puede
llevar un registro de todos los datos obtenidos de diferentes médicos año
a año. El registro puede ser consultado cuando corresponda decidir
sobre promociones. Si un médico tiene un puntaje global insuficiente
(pregunta 16, puntaje bajo 6 en escala de 1 al 10), puede ser contactado
por un miembro del decanato para ver qué está sucediendo. El decano
puede preguntar al jefe de departamento, en las sesiones de revisión
anual del funcionamiento de su personal, acerca de las acciones que se
llevarán a cabo para mejorar la conducta de los docentes. Las acciones
a desarrollar requieren que el médico consulte a la instancia formadora
de docentes. Además, los puntajes de todos los médicos de una
disciplina específica pueden utilizarse para visualizar fortalezas y
debilidades y servir para la elaboración de programas de desarrollo de
la facultad. Conclusiones En este estudio
descriptivo, se presenta un instrumento que se ha desarrollado con el
propósito de obtener retroalimentación de las fortalezas y debilidades
de la supervisión que hacen pediatras a estudiantes de 5º y 6º años
de Medicina en una escuela holandesa. Además, se muestra cómo se le
puede informar a cada médico los resultados. Las fortalezas de
este instrumento son:
Por estar basado en
teorías generales de ambientes de aprendizaje, este instrumento es genérico,
y puede en consecuencia ser utilizado en diferentes disciplinas. Los
datos obtenidos otorgan directrices para el desarrollo de la facultad y
puede ser usado para diseñar programas de entrenamiento de acuerdo a
las necesidades de los médicos. Sin embargo, se necesitan más datos en
diferentes disciplinas, y nuevos estudios para confirmar la validez y
confiabilidad del instrumento. Finalmente, se necesitan nuevos reportes
para averiguar si la retroalimentación presentada a los médicos se
refleja en las diferentes formas de facilitación que utilizan, y también
si esto deriva en un mejor trabajo de supervisión.
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