Introducción: se presenta el proceso de autoevaluación a que se sometió la comunidad de la Escuela de Medicina de Valparaíso, en los últimos ocho años, primero empíricamente y luego sistemáticamente, y cómo estas actividades permitieron modificaciones y desarrollos impensados. Al incorporarse la Escuela al proceso de autoevaluación (ASOFAMECH) para la Acreditación, esta actividad, socializada, se tornó importante.

Metodología: descripción de logros, comparados con lo anterior.

Resultados: el autodiagnóstico coincidió con los juicios emitidos por la Comisión de Pares Externos de la Acreditación y comenzaron las acciones para consolidar las fortalezas y minimizar las debilidades. Para ello, se define un Plan estratégico; se gana un Proyecto MECESUP para el desarrollo del Pregrado que permitirá la integración Básico Clínica. Se modifica la Docencia de Servicio. Se produce un cambio cultural de participación.

La Comisión de Innovación Curricular trabaja en optimizar el Perfil, el Plan y los Programas y se establece la formación de nuevos docentes con gente joven y la capacitación y perfeccionamiento académicos. Surgen actividades estudiantiles científicas, culturales y deportivas.

Un reenfoque financiero apoya el Pregrado y permite el equipamiento docente en los Campos clínicos (PNUD, leasings). Ante nuevas propuestas, se ganan varios proyectos (DIPUV, FONDECYT y FONDEF). El estímulo a la investigación crea el Centro de Investigaciones Médicas, se inicia la formación de doctorados como refuerzo de disciplinas falentes. Se consolida el Postítulo y nace el Postgrado. Las alianzas estratégicas y las relaciones internacionales refuerzan estos objetivos.

Comentarios: se analiza y comenta las ventajas de la auto evaluación sistemática como guía complementaria. Resulta una práctica recomendable y poco utilizada.