TRABAJO ORIGINAL
Características ideales de los docentes clínicos de la Facultad de Odontología
Manuel Ehrmantraut N.*a, Ilse López B.**b
RESUMEN
Introducción:
Se postularon y analizaron características deseables que pudiere tener un docente clínico de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile (FOUCH), desde la perspectiva de los estudiantes de 4° y 5° pertenecientes al currículo no innovado de la Escuela Dental de Pre Grado y los profesores que laboraban en las clínicas correspondientes. Palabras clave: Docentes clínicos, Características, Competencias, Perfil docente, Habilidades docentes.
SUMMARY Ideal characteristics of clinical teachers of the Faculty of Dentistry
Introduction: Desirable characteristics that a clinical teacher of the Faculty of Dentistry of the University of Chile (FOUCH) may have were postulated and analyzed from the perspective of 4th and 5th grade students belonging to the non-innovated curriculum of the Pre-Degree Dental School and the professors who worked in the corresponding clinics.
Keywords: Clinical teachers, Characteristics, Competencies, Teacher profile, Teaching skills.
INTRODUCCIÓN En el marco del proyecto de desarrollo institucional de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile (FOUCH), ésta ha definido la misión de la entidad y el perfil del egresado en el que se aprecia una lógica de cómo funciona la unidad y el producto que espera entregar a la comunidad(1). Se evidencia en estas definiciones las competencias que deben poseer los egresados que corresponden a las científicas, técnicas y éticas y cómo debe desempeñarse para poder lograrlas. La facultad se compromete con los estudiantes a entregar o facilitar el desarrollo de ellas. Aunque estas definiciones son muy claras, no está planteado el perfil de las personas que deben facilitar la adquisición de estas competencias por parte de los estudiantes. En otras palabras, no está definido el perfil del docente responsable de la formación de futuros dentistas de la FOUCH. Saravia(2) entrega las características que debe tener un académico y cómo éste puede ser evaluado. Entre ellas podemos nombrar la interacción social con los estudiantes, el seguimiento y apoyo de los aprendizajes; así como su evaluación, el desarrollo que tenga en el área de investigación, interacción con sus pares, participación en sociedades científicas, entre otras. También menciona los modelos de evaluación de los profesores como aquellos centrados en sus rasgos generales, en sus habilidades, en sus conductas en el aula, basados en criterios de profesionalidad. Chitsabesan et al.(3), por su parte, plantean que la buena enseñanza está ligada al desempeño docente y las características de su práctica clínica. Diferentes autores describen las características que debiera tener un docente para sus prácticas educacionales, las cuales son descritas de acuerdo a la visión que el autor tiene de las mismas. Algunos refieren una actitud reflexiva por parte del docente más que a sus capacidades de enseñar, entregando una transferencia de conocimientos, haciendo alusión a que lo importante es crear condiciones de aprendizaje(4,5). En relación a lo anterior, Conejeros-Solar et al.(6) enfatizan los aspectos socioemocionales de los estudiantes. Otros autores, García et al.(7), Saravia(2), Salinas et al.(8), Villarroel y Bruna(9) plantean que las competencias de los docentes deben estar de acuerdo al nivel en que se encuentren los estudiantes y a la carrera en particular que éstos desarrollan. Es importante en este contexto que el docente, además de sus habilidades como facilitador de información, tenga un nivel académico apropiado para su labor, como es la posesión de un título de especialista o algún grado académico, como lo plantean Fernández y González(10) y López et al.(11), aunque en estudios más antiguos a estas características se les otorga menor importancia(12). El perfil docente se define desde distintas perspectivas que estarán de acuerdo a la visión que cada autor considere importante, información obtenida a través de encuestas realizadas a estudiantes y docentes de diferentes unidades académicas. En la FOUCH no existe uniformidad en la formación y desarrollo de los académicos, es decir, un conducto regular establecido por la unidad respectiva y que sea un programa continuo. Esta actualización debe estar de acuerdo a los cambios socioculturales que la población experimenta a través del tiempo. En carreras como Odontología, las últimas etapas de la formación de los estudiantes está relacionada con la atención de pacientes y la realización de maniobras que permitan la mantención de la salud bucal de los atendidos y la reparación de los daños producidos por las enfermedades que afectan el territorio maxilofacial. Esta situación necesita que los estudiantes estén en constante monitoreo de sus actividades clínicas y, para ello, se debe contar con docentes que cumplan ciertas características de manejo clínico, de interacción con los estudiantes y con pacientes, que los haga idóneos para esa función. En la actualidad, 2021, la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile carece de la definición de las características del docente clínico encargado de entregar los conocimientos y guiar el desarrollo clínico de los estudiantes. El objetivo del presente trabajo es identificar las características que debe poseer un docente clínico, desde la visión de los estudiantes y los docentes, relacionadas con el proceso de enseñanza-aprendizaje, sus capacidades de dominio docente en la entrega de información, evaluación de los aprendizajes, relaciones interpersonales con los estudiantes, actualización y desarrollo académico de un docente clínico conducente a un grado.
MATERIAL Y MÉTODO Población del estudio: Estuvo conformada por dos grupos. Grupo A: Todos los docentes clínicos de la escuela dental de pregrado, con el nivel de profesor en alguna de sus tres categorías. Se envió invitación a todos, vía correo electrónico, de ellos sólo respondieron 30, después de haber reiterado la invitación en tres oportunidades. Grupo B: Estudiantes de cuarto, quinto y sexto año de la malla no innovada de la Escuela Dental de pregrado de la FOUCH, que en total conforman un n= 230 y se procedió de la misma manera. Finalmente, respondieron de manera presencial 30 estudiantes. La invitación se envió a la totalidad de los integrantes de ambos grupos, a fin de lograr el máximo de respuestas posibles y así obtener un tamaño de grupo suficiente para poder responder a los objetivos planteados. Ambos grupos en estudio contestaron un cuestionario tipo Likert que fue desarrollado por los autores, revisado y validado en su contenido por académicos de las Facultades de Medicina y Odontología de la Universidad de Chile, magísteres en Educación y con experiencia en el tema. Estos entregaron sus aportes con los que quedó confeccionado el cuestionario definitivo. El cuestionario quedó constituido por 31 aseveraciones tipo Likert clasificadas en las cuatro categorías establecidas:
Los encuestados disponían de cinco alternativas para calificar cada aseveración, a saber: Total desacuerdo, desacuerdo, indiferente, acuerdo, total acuerdo. El coeficiente de confiabilidad fue de 0.78. Este trabajo, para ser realizado, contó con la aprobación del comité de ética de la Facultad de Odontología. A los docentes se les entregó un consentimiento informado el cual debían responder.
RESULTADOS Las respuestas obtenidas fueron ordenadas según cada una de las características estudiadas y separadamente para docentes y estudiantes. Las respuestas de los docentes y de los estudiantes, para casi la totalidad de las aseveraciones, se concentran en las respuestas “Acuerdo” y “Total acuerdo”, con escasas diferencias entre ambas preferencias. La excepción se encuentra en la última tabla que se refiere a "Capacitación y desarrollo académico de un docente clínico conducente a un título y/o grado", donde se observa gran dispersión de respuestas en ambos grupos de respondientes. Las respuestas de los estudiantes En la Tabla 1, correspondiente a las características de un docente en su función de facilitador del proceso enseñanza-aprendizaje se aprecia que la mayoría de las respuestas, tanto en académicos como en estudiantes, estuvieron en los niveles 4 y 5; vale decir, de acuerdo o muy de acuerdo, siendo la aseveración “Debe poseer competencias teóricas y clínicas de su disciplina” la de mayor aceptación en nivel 5, 100% docentes y 93,4% en estudiantes.
La aseveración “Vincular el aprendizaje de la disciplina o profesión con las necesidades asistenciales nacionales” fue la que respondieron los docentes en menor porcentaje (53,3%). La aseveración: “Promover en los estudiantes la vinculación entre la teoría y la práctica del conocimiento” fue respondida en menor porcentaje por los estudiantes (23,4%). En estas características no se encuentran aseveraciones en los niveles 1 y 2 (total desacuerdo y desacuerdo, respectivamente), en ninguno de los dos grupos. Los porcentajes de respuesta, en la mayoría de las aseveraciones, son similares entre docentes y estudiantes, excepto en las aseveraciones “Valorar y aprovechar como instancias de diálogo las ideas de los estudiantes, como oportunidades de aprendizajes” y “Promover en los estudiantes la vinculación entre la teoría y la práctica del conocimiento”. La Tabla 2 se refiere a las características de un docente para obtener y procesar información permanente de los aprendizajes de los estudiantes. La aseveración “retroalimentación activa y constructiva desde la evaluación hacia sus estudiantes” fue respondida por un alto porcentaje, 93,4% de los estudiantes marcaron puntaje 5, ”totalmente de acuerdo”. La misma aseveración fue marcada por el 90% de los docentes. La aseveración con menor porcentaje de respuesta en nivel cinco, para los estudiantes, fue “Realizar evaluación efectiva y pertinente al programa de estudio” que tuvo un 56,7%. Un estudiante respondió no estar de acuerdo marcando nivel 2.
Solo un 63,3% de los docentes respondió “totalmente de acuerdo” en “Favorecer la construcción de significados, observándose coherencia entre el resultado de aprendizaje y las estrategias metodológicas utilizadas”. Un docente y dos estudiantes respondieron que les era “indiferente”. La Tabla 3 expresa las características de “Relaciones sociales (habilidades en el manejo de las relaciones interpersonales con los estudiantes) que debe dominar un docente clínico”, los estudiantes en 96,7% respondieron “total acuerdo”, el más alto porcentaje de respuesta a la aseveración: “Respetar los horarios establecidos al impartir docencia”. Un 70% respondió “total acuerdo“ a “Debe tener el sello de la universidad, democracia, diálogo, servicio al país”. Para esta misma aseveración se encontró una respuesta en “indiferente” y dos en “Reconocer el valor que los estudiantes tienen para la universidad”.
La totalidad de los docentes respondieron “total acuerdo” en la aseveración “agrado por su labor docente”. Disminuye a 76,7% en “Poseer habilidades comunicativas estudiantiles y sociales” y “Debe tener empatía y compromiso con el estudiante”. En esa aseveración hubo tres docentes que respondieron que les era “indiferente”. En la última tabla, Tabla 4, que se refiere a “Capacitación y desarrollo académico de un docente clínico conducente a una especialidad y/o grado”, los estudiantes respondieron en mayor porcentaje (86,7%) “total acuerdo” a la aseveración “Conocer el estado actual de la investigación sobre la disciplina que enseña”.
La aseveración: “Poseer un grado académico (magister, doctorado, post doctorado)” mostró gran variabilidad en la distribución de respuestas: “total acuerdo” solo 6,6%; 36,6% “indiferente”; nivel “desacuerdo” 20%. En “Poseer una especialidad clínica” un estudiante respondió “total desacuerdo”. Similar distribución se observó en “Poseer una especialidad clínica”. En cuanto a los docentes, el 90% está totalmente de acuerdo en “Mantener capacitación constante”. Respecto a los grados académicos, la distribución fue muy heterogénea, repartiéndose por tercios entre acuerdo, indiferente y rechazo. Se estableció el promedio de respuestas, según la escala de 1 a 5, y fue sometida al t-test para establecer diferencias entre las respuestas emitidas por docentes y estudiantes. En las cuatro categorías de preguntas, analizadas separadamente, el test no arrojó diferencias significativas entre docentes y estudiantes. Se estableció diferencia significativa al comparar los promedios de las categorías A: enseñanza-aprendizaje, B: evaluación de los aprendizajes y C: relaciones sociales, respecto a la categoría D: capacitación y desarrollo académico del docente clínico.
DISCUSIÓN Las respuestas entregadas por los estudiantes y los docentes presentan diferencias mínimas que no son significativas estadísticamente y la mayoría de las respuestas corresponde a “muy de acuerdo”. Solo en las características expresadas en la Tabla 4 que corresponde a “perfeccionamiento docente”, los porcentajes de respuestas en "total acuerdo" varían según sean los docentes o los estudiantes. También se aprecia que en esta categoría es donde aparecen, tanto en docentes como en estudiantes, preferencias en “total desacuerdo” y “desacuerdo”, respectivamente. En este estudio se observan varias coincidencias con la literatura revisada, igual que lo encontrado por Martínez(13). Uno de los aspectos que más valoran los estudiantes es la puntualidad del docente, también lo hacen con aquellos académicos que promueven la evaluación y el control de los aprendizajes por parte de los mismos estudiantes, así como aquellos que presentar rasgos de personalidad que favorecen el proceso de instrucción y habilidades interpersonales y de comunicación. Estos resultados también coinciden con los hallados por Kember (1997), Prosser y Trigwell (2006), Ginns et al. (2007) y Webster et al. (2009), todos ellos en el contexto de la línea de investigación conocida como «Student Learning Research» que dieron origen al CEQ (Course Experience Questionnaire) elaborado por Ramsdem (1991), citado en De-Juanas y Beltrán(14). Este hallazgo corrobora que, sobre la base de las opiniones de los estudiantes, los profesores abordan su docencia centrándose en el aprendizaje. Por otro lado, también es importante tener en consideración que estos resultados son coherentes con varios trabajos realizados en España sobre la evaluación de la calidad docente (Domenech, Jara y Rosel, 2004; Martínez-Gómez, 2005, citado en De-Juanas y Beltrán)(14). Francis(15) señala algunas características de la docencia de excelencia, como la valoración del curso, motivación hacia los estudiantes, promoción de un ambiente agradable para el aprendizaje, que coinciden con las encontradas en esta investigación. Llama la atención que este autor mencione algunas características del docente de excelencia que no fueron bien evaluadas por los respondientes de la carrera de odontología de la FOUCH, como lo son el perfeccionamiento y experiencia docente. En este estudio se destacan características que debe tener o poseer un docente, entre las que podemos nombrar: ofrecer informaciones y explicaciones comprensibles, evaluar los aprendizajes, reflexionar e investigar sobre la enseñanza, similares a las que señalan Zabalza(16) y Corona(17). El profesor debe ser un tutor facilitador y un guía para que el estudiante realice su propio aprendizaje, todas características que fueron señaladas de preferencia por los encuestados en este estudio(7). Conejeros-Solar et al.(5) hacen referencia en su estudio a los aspectos socioemocionales, la interacción y participación genuina de los estudiantes en el aula, al igual que las referenciadas por 2029 respuestas válidas de ocho universidades catalanas por Torra et al., citado en Monereo y Domínguez(18), características que son de preferencia en los encuestados en este estudio. Cobra importancia la evaluación docente, que debe ser realizada por estudiantes y por los propios pares. Se seleccionan muchas características o bien competencias, que engloban las características y procederes del docente, de las cuales muchas se mencionan en nuestro estudio y algunas son de la preferencia del universo encuestado, todas ellas para poder determinar si un docente o profesor es idóneo para ejercer su labor.
CONCLUSIONES Respondiendo a la pregunta de investigación, ¿qué características debe tener idealmente un docente, para realizar de manera apropiada el proceso enseñanza-aprendizaje actual en la Escuela de Pregrado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile? Esta puede responderse con la mayoría de las aseveraciones planteadas en el instrumento de recolección y que fueron marcadas con los dos niveles más altos de “acuerdo”, tanto por estudiantes como docentes y ellas coinciden con la literatura revisada. Las cifras son muy similares entre ambos grupos, excepto algunas escasas diferencias. Para los docentes, lo más importante es que “Debe poseer competencias teóricas y clínicas de su disciplina” y “Agrado por su labor docente”. Para los estudiantes, en cambio, las características de mayor preferencia fueron que éste debe ser puntual, flexible, responsable. En sus características o habilidades sociales, mencionan que debe ser empático y comprometido, establecer diálogo con los estudiantes y ser ético. Entre las competencias profesionales señalan: motivado, crítico/reflexivo, coherente, facilitador del aprendizaje, todas características aparecen señaladas en otros estudios. Estudiantes y docentes, restan importancia a los estudios de especialidad del docente clínico y a los grados académicos que pueda tener (magister, doctor).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Artículo recibido el 03/05/2021, Aceptado el 08/10/2021.
Dirección del autor:
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Departamento Odontología Restauradora, Facultad de Odontología, Universidad de Chile.
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