TRABAJO ORIGINAL

 

Valoración del Programa Internado Rural Interdisciplinario
de los estudiantes internos de la Facultad de Medicina.

 

Carolina Moreno K.*a, Rossana Rojo V.**b, Nancy Navarro H.**c

 

RESUMEN

Introducción: La Facultad de Medicina implementó hace 25 años el Programa Internado Rural Interdisciplinario con el propósito de fortalecer el trabajo en equipo interdisciplinario y el compromiso social en contextos rurales en la formación de profesionales de la salud.
Objetivos:
Valorar el significado en el proceso de formación profesional que tiene para los internos de la Facultad de Medicina participar en el Programa de Internado Rural Interdisciplinario en la comuna de Carahue, para contribuir a la mejora de la actividad curricular y la calidad de la formación de los estudiantes de las Carreras de la Salud de la Universidad de La Frontera.
Material y Método: Se realizó una investigación desde el paradigma cualitativo, con un estudio de caso intrínseco. La muestra de quince internos de distintas carreras de la salud que participaron en el Programa en el 2017 fue no probabilística, intencionada por criterio, previa firma del Consentimiento Informado. Los datos fueron obtenidos a través de un grupo focal y cinco entrevistas en profundidad. El análisis fue a través de reducción de datos utilizando el programa ATLAS.ti. La rigurosidad científica fue cautelada por criterios de credibilidad, transferibilidad, dependencia y confirmabilidad.
Resultados: Se identificaron 36 unidades de significado, las que fueron codificadas y agrupadas en 18 categorías descriptivas, emergiendo cuatro macrocategorías: i) Aprendizajes adquiridos, ii) Competencias desarrolladas, iii) Experiencia en el ámbito personal y iv) Aspectos organizacionales; que dan cuenta del significado de esta experiencia para los estudiantes.
Conclusiones: Los estudiantes señalan haber logrado un aprendizaje significativo en el ámbito disciplinar y personal. A su vez, la responsabilidad social se vio fortalecida con el trabajo en equipo interdisciplinario en y con la comunidad, logrando entender el contexto rural de manera más amplia.

Palabras clave: Educación Médica, Estudiantes de Pregrado, Responsabilidad Social, Aprendizaje multiprofesional.

 

SUMMARY

Assessment of the Interdisciplinary Rural Internship Program
of intern students from the Faculty of Medicine
.

Introduction: 25 years ago, the Faculty of Medicine implemented the Interdisciplinary Rural Internship Program with the purpose of strengthening interdisciplinary teamwork and social commitment in rural contexts in the training of health professionals.
Objectives:
To assess the meaning in the process of professional training of the interns from the Faculty of Medicine to participate in the Interdisciplinary Rural Internship Program in the Carahue, to contribute to the improvement of the curricular activity and the quality of the training of the students of the Health Careers of Universidad de La Frontera.
Material and Method: A qualitative investigation with an intrinsic case study was performed. Participants comprised fifteen interns from different health career programs who participated in the Program in 2017. Non-probabilistic, intentional by criteria sampling was used, and Informed Consent was used. Data were obtained through a focus group and five in-depth interviews. The analysis was through data reduction using the Qualitative Data Analysis Software “ATLAS.ti”. Scientific rigor was guarded by criteria of credibility, transferability, dependability, and confirmability.
Results: 36 units of meaning were identified, which were coded and grouped into 18 descriptive categories, emerging four macro categories: i) Learning acquired, ii) Developed competences, iii) Personal experiences iv) Organizational aspects; which account for the significance of this experience for the students.
Conclusions: The students indicate that they have achieved significant learning in the disciplinary and personal spheres, while social responsibility was strengthened with the interdisciplinary teamwork in and with the community, thus achieving a broader understanding of the rural context.

Keywords: Medical Education, Undergraduate students, Social responsibility, Multi-professional learning.

 

INTRODUCCIÓN

La Facultad de Medicina de la Universidad de La Frontera, desde 1991, ha incorporado en los curriculum de las carreras que imparte (Enfermería, Fonoaudiología, Kinesiología, Medicina, Nutrición, Obstetricia, Tecnología Médica) el Programa de Internado Rural Interdisciplinario (PIRI), cuyo objetivo fue la creación de un modelo docente asistencial en atención primaria en salud para prácticas profesionales interdisciplinarias como escenario de aprendizaje en la formación profesional, tomando como eje articulador al subsistema de salud y generar desarrollo local1.

El Programa reúne internos de diferentes carreras que asumen en conjunto tareas de prevención y promoción de salud en 11 comunas de la región de La Araucanía, con base en convenios formales entre Universidad y Municipalidades, con una realidad geográfica, social y cultural distinta. En promedio 300 estudiantes al año realizan su internado profesional bajo esta modalidad y en 25 años de funcionamiento se estima que 6.000 (incluyendo extranjeros de Argentina, Colombia, España y México) han participado del Programa. Dada su interdisciplinariedad, se realizan actividades de integración y cooperación de varias disciplinas, lo que significa abordar un problema u objeto de estudio, utilizar métodos comunes de una u otra área del conocimiento2,3.

La UNESCO4 declara que las instituciones de educación superior en el desempeño de sus funciones de investigación, enseñanza y servicio a la comunidad deberían centrarse en los aspectos interdisciplinarios, promover el pensamiento crítico y la ciudadanía activa, contribuyendo así al desarrollo sostenible. En este sentido, el PIRI está orientado, además, al desarrollo de competencias genéricas cuyo propósito es: vincular el proceso educativo con los requisitos y exigencias laborales, aumentar la calidad en la formación del estudiante, la ética profesional, el trabajo académico, la disciplina misma y las necesidades de la sociedad5.

Las competencias genéricas son las que permiten a los profesionales adaptarse a distintas y nuevas condiciones de trabajo, superar problemas, mantenerse actualizados6,7. Concepto que integra el “saber” (dominio de conocimientos teóricos y prácticos), “saber hacer” (habilidades, destrezas y procedimientos), y el “saber ser y estar” (desarrollo de normas, valores y actitudes personales); que se obtienen a partir de situaciones, territorios y personas concretas. Para desarrollarlas, los estudiantes en contextos reales deben resolver problemas, distinguir lo superficial de lo importante, además de conocer sus cualidades, capacidades y limitaciones8.

El aporte del Programa refuerza lo propuesto por la Universidad de La Frontera, que define entre las competencias genéricas a desarrollar el trabajo en equipo y la responsabilidad social9, consideradas fundamentales para el futuro desempeño laboral. El Trabajo en Equipo es conceptualizado por la institución como la capacidad para formar redes disciplinarias, interdisciplinarias e interpersonales, con un espíritu de alteridad, empatía y colaboración; como un proceso complejo, donde diferentes disciplinas se juntan para compartir experiencias, conocimientos y habilidades10. Para la UNESCO11, se caracteriza por una relación fluida y sinérgica en base en la confianza y al apoyo mutuo, valora la capacidad de negociación de sus miembros y el compromiso para el logro de objetivos comunes.

El PIRI incentiva la responsabilidad social, definida por la Universidad como la capacidad para valorar la idoneidad profesional y su impacto cualitativo en la sociedad donde se está inserto9 a través de la metodología de Aprendizaje y Servicio (AyS). Furco y Billig12 la definen como una metodología pedagógica experiencial, caracterizada por la integración de actividades de servicio a la comunidad en el currículo académico, donde los alumnos utilizan los contenidos y las herramientas académicas en atención a necesidades genuinas de una comunidad. Su importancia reside en la estrecha vinculación de ambas, siendo una actividad única articulada, coordinada y coherente; en que los dos pilares, el aprendizaje y el servicio, se alimentan el uno del otro haciendo mejorar ambos y fundiéndose en uno sólo13,14. El conocimiento se utiliza para mejorar algo de la comunidad y el servicio se convierte en una experiencia de aprendizaje que proporciona conocimientos y valores, quedando vinculados por una relación circular en la que ambas partes salen beneficiadas15.

La Red Nacional de Aprendizaje Servicio Chile16 busca desarrollar, sistematizar y promover este enfoque, ya que el aprendizaje en contexto es esencial para que los estudiantes obtengan una experiencia significativa; los que reconocen su valor al momento de formar profesionales comprometidos con el contexto social, que los sensibilizan con las problemáticas sociales17. Más que una actividad docente-asistencial es una instancia de gran aprendizaje y una experiencia de vida18. Folgueiras et al.19 observan que esta intervención pedagógica contribuye a la adquisición de objetivos curriculares, aprendizajes personales y al desarrollo de habilidades sociales como empatía, prosociabilidad, iniciativa, competencias comunicativas y conciencia social20.

Otro atributo relevante del AyS lo constituye la valoración de la concordancia entre teoría y práctica realizada por los estudiantes. Los espacios de reflexión que se generan son cruciales para lograr una comprensión profunda de todos los aspectos que rodean una comunidad; deben darse antes, durante y después de la experiencia en terreno, consolidando así los aprendizajes21-23.

En este contexto, Jouannet et al.24 plantean que la metodología de AyS impacta positivamente en los estudiantes en cuanto a la percepción de su rol como agentes de cambio de la sociedad; encontrando, además, una sólida correlación entre las experiencias de AyS y el compromiso cívico y las actitudes altruistas. Asimismo, Berríos et al.25 proponen la instancia de introspección en AyS –que se visualiza como un componente clave en el proceso de aprendizaje– conectando experiencias, saberes, habilidades y aspectos valóricos del ejercicio profesional. Potencia el desarrollo de habilidades como trabajo en equipo, responsabilidad social, reforzando el compromiso personal con su quehacer profesional y la cercanía con el socio comunitario, que está totalmente integrada a la experiencia de aprendizaje.

La OMS, en la declaración de Edimburgo en 198826, estableció directrices para la formación del recurso humano en salud en relación al aprendizaje multiprofesional, señalando que desarrolla la capacidad de los estudiantes para colaborar compartiendo conocimientos teóricos y prácticos, capacitándoles para proporcionar salud más eficiente tanto a los individuos como a la comunidad. Para abordar las problemáticas de salud de la población se basa en el trabajo en equipos interdisciplinarios, en la colaboración profesional y en la toma de decisiones en grupo; por lo que una interacción entre los futuros profesionales es crucial para garantizar un servicio asistencial de calidad y enfocado a la atención social.

En el mismo sentido, se evidencia el enfoque interdisciplinario concluyendo que la interacción de los estudiantes es la experiencia más enriquecedora para elaborar saber interdisciplinario27. Asimismo, es importante en educación superior formar profesionales sensibilizados en temas de interculturalidad y trabajo interdisciplinario, de esta forma podrán comprender en la comunidad rural los procesos de salud-enfermedad, pudiendo contribuir de manera real al bienestar de las personas28.

Coll29 señala que para fomentar la enseñanza integradora de estudiantes de diferentes perfiles profesionales es necesario modificar actitudes negativas y pensamientos estereotipados, generar confianza, mejorar la comunicación, reforzar competencias de colaboración, de trabajo en equipo, la calidad de los servicios asistenciales y la satisfacción en el trabajo para desarrollar una atención integral al paciente.

A pesar de toda la trayectoria y relevancia del programa al interior de la Facultad de Medicina, no se ha realizado un estudio cuyo foco sea explorar el sentido o valor que tiene para los estudiantes el realizar un internado interdisciplinar, insertos en una comunidad rural. Por ello, esta investigación tiene por objetivo indagar el significado de la experiencia de los internos en el Programa de Internado Rural Interdisciplinario en la comuna de Carahue en su proceso de formación profesional, con 27 mil habitantes, donde el 41,9% de la población se cataloga en situación de pobreza, con un 26% de población de etnia mapuche30; con el propósito de generar información que permita mejorar la actividad curricular y la calidad de la formación de los estudiantes de las Carreras de la Salud de la Universidad de La Frontera, egresando profesionales competentes que contribuyan a las soluciones de salud demandadas por la comunidad.

 

 

MATERIAL Y MÉTODO

El estudio realizado se enmarca en el paradigma cualitativo, lo que permite acceder al mundo conceptual de los individuos de eventos, situaciones, interacciones y comportamientos observables de sus experiencias, expresadas por ellos mismos32; mediante un estudio de caso intrínseco33, el PIRI de la comuna de Carahue, por ser el centro de práctica con mayor capacidad, en promedio 15 internos simultáneos.

La población del estudio corresponde a 88 estudiantes participantes durante el 2017 en el Programa PIRI. La muestra fue no probabilística, intencionada por criterio y conveniencia33, constituida por 15 informantes claves de las diferentes carreras de la salud; quienes fueron informados del objetivo del estudio, aceptaron y firmaron un consentimiento, garantizándoles el anonimato y la confidencialidad de los datos.

La recolección de datos se obtuvo mediante un grupo focal de 10 estudiantes y posteriormente cinco entrevistas en profundidad, realizadas durante el segundo semestre de 2017. Se elaboró un guion con áreas temáticas relacionadas con los objetivos del estudio, realizándose entre 1 a 2 sesiones hasta la saturación de los datos, las que fueron grabadas y transcritas dejando evidencia del trabajo realizado. Se utilizó un diseño abierto, flexible y emergente; lo que implica que la recogida y análisis de los datos son actividades simultáneas y se condicionan mutuamente. El análisis fue realizado bajo el enfoque inductivo y las comparaciones constantes de Glasser y Strauss34, se utilizó el programa ATLAS.ti 7 para su sistematización. El proceso desarrollado fue el propuesto por Miles y Huberman35 mediante: i) reducción sistemática de datos a través de la separación, agrupamiento, identificación y clasificación de elementos; ii) disposición y transformación; y iii) obtención y verificación de las conclusiones.

La investigación se llevó a cabo bajo los criterios de rigor descritos por Lincoln y Guba36: credibilidad, dependencia, transferibilidad, confirmabilidad; a través de triangulación por investigador, saturación de los datos, comprobación con participantes del estudio, recogida abundante de información, evidencia del trabajo realizado.

Se respetaron los principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos de la Declaración de Helsinki en relación a la privacidad y confidencialidad37, con la autorización del Director Departamento de Salud Pública, unidad académica a la que se encuentra adscrito el Programa PIRI.

 

 

RESULTADOS

En una primera reducción de datos se identificaron 336 unidades de significado, las que fueron codificadas y agrupadas en 18 categorías descriptivas, de las cuales emergen cuatro macrocategorías: i) Aprendizajes adquiridos, ii) Competencias desarrolladas, iii) Experiencia en el ámbito personal y iv) Aspectos organizacionales; desde una dimensión interpretativa del investigador, que dan cuenta del significado que tiene para los estudiantes de la Facultad de Medicina participar en el Programa de Internado Rural Interdisciplinario de Carahue.

La Tabla 1 describe la conceptualización de la macrocategoría I “Aprendizajes adquiridos”, las categorías que la conforman, número de unidades de significado y citas textuales que la representan. Los estudiantes hacen referencia a una experiencia de alto valor, el aprendizaje en un contexto rural, tanto para la formación profesional como interdisciplinaria, aspecto no vivenciado en contextos urbanos. Señalan con fuerza que el aprendizaje desarrollado en la comunidad es práctico y se aprende haciendo, lo que genera aprendizajes significativos.

 

Tabla 1. Macrocategoría I "Aprendizajes Adquiridos".
Tabla 1

 

La Tabla 2 describe la conceptualización de la macrocategoría II “Competencias desarrolladas”, donde los internos relevan que participar en el PIRI contribuyó principalmente al desarrollo de las competencias de trabajo en equipo y responsabilidad social, que fue la instancia donde mayor oportunidad tuvieron de vivenciar el trabajo interdisciplinario durante su formación profesional. Además, destacan que parte del trabajo interdisciplinar se desarrolla de manera informal en la casa PIRI, donde se produce la interacción en la convivencia diaria, constituyen un lugar de encuentro, en donde se comparte la cotidianidad, se gestan y desarrollan reflexiones, se despliega la creatividad, generan confianzas y compromisos.

 

Tabla 2. Macrocategoría II "Competencias Desarrolladas".
Tabla 2

 

La Tabla 3 describe la conceptualización de la macrocategoría III “Experiencia en el ámbito personal”. En ésta se puede destacar al crecimiento personal como una experiencia de vida positiva, como el apoyo y la formación de vínculos afectivos que se establece entre los compañeros en esta actividad curricular. Asimismo, expresaron que es una actividad recomendable para ser replicada en otras carreras de la Universidad. Algunos aspectos negativos señalados por informantes se relacionan con la baja valoración del trabajo realizado, la inadecuada gestión de la Universidad con la Municipalidad y la utilización de los internos como mano de obra para disminuir la carga laboral de algunos equipos de salud, más que como gestores de ideas nuevas o de oportunidades para realizar trabajos innovadores.

 

Tabla 3. Macrocategoría III "Experiencia en el Ámbito Personal".
Tabla 3

 

La Tabla 4 describe la conceptualización de la macrocategoría IV “Aspectos organizacionales”. En relación a ella, los internos destacan que varias actividades fueron planeadas por el establecimiento de salud o educación, que no siempre estaban coordinadas con el equipo PIRI, lo que dificultaba su realización en forma adecuada. Por otro lado, relatan la poca coordinación entre docentes del trabajo interdisciplinar (PIRI) y el trabajo de la propia disciplina de las respectivas carreras. Asimismo, la dificultad en el acceso rural influyó en que no pudieran realizar todas las actividades comunitarias programadas, aspecto que debe ser considerado.

 

Tabla 4. Macrocategoría IV "Aspectos Organizacionales".
Tabla 4

 

 

 

DISCUSIÓN

Las prácticas profesionales son la última instancia de aprendizaje de pregrado, por lo que es necesario que contribuyan a desarrollar aprendizajes significativos como lo son las diferentes actividades curriculares ejecutadas en el PIRI, las que permiten una contribución real a la solución de la problemática comunitaria y a la generación de espacios de formación valórica en los estudiantes. En este sentido, los informantes relevan que las líneas articuladoras permiten un aprendizaje significativo tanto para la formación profesional como interdisciplinaria, la destacan como una experiencia de alto valor y no vivenciada en prácticas propias de la profesión en contextos urbanos, coincidentes con el propósito del Programa Internado Rural Interdisciplinario1.

En relación a los aprendizajes adquiridos, donde se combinan el servicio a la comunidad y la práctica profesional, demuestra un espacio positivo en los internos. Ellos refieren que al trabajar con la comunidad pueden comprender de mejor manera su problemática y necesidades, hallazgos concordantes con los encontrados por Millán17 en el sentido que otorga las destrezas para enfrentar y resolver problemas de salud familiar y comunitaria; además de constituirse en una experiencia de vida, lo que permite fortalecer y desarrollar habilidades en promoción de salud.

Asimismo, relevan aprendizaje práctico experiencial, refuerzan que el aprender haciendo les entrega conocimientos indelebles y les otorga aprendizajes integrales. Estos resultados son similares a lo que señalan McClam20 y Espinosa16, donde se menciona que uno de los aspectos más valorados por el estudiantado es la posibilidad de aplicar los contenidos teóricos en la práctica profesional en escenarios reales; lo que contribuye al desarrollo del aprendizaje cooperativo, a la formación en la solidaridad, autonomía y responsabilidad.

Por otra parte, destacan entre las competencias desarrolladas el trabajo en equipo interdisciplinario y la responsabilidad social, lo que contribuye a un desarrollo integral del futuro profesional y comprometido con la comunidad. En el mismo sentido, Newman y Hernández38 y Jouannet et al.24 mencionan que las actividades de aprendizaje-servicio desarrollan habilidades de comunicación, liderazgo, trabajo en equipo y emprendimiento. Por otra parte, señalan que permite al estudiantado integrar el compromiso social en la propia disciplina, la que tendrá consecuencias positivas reales en la comunidad, mejora la percepción de sí mismos y el compromiso personal con su actividad profesional.

Por último, los estudiantes identifican los aspectos organizacionales como relevantes de ser considerados, ya que requiere ser mejorado con el fin de facilitar el desarrollo de las actividades programadas con la comunidad en forma adecuada. Esto deja en evidencia la importancia del compromiso que la Institución debe asumir con las innovaciones educativas, principalmente aquellas que involucran los espacios de vinculación con el medio, fundamentales en la formación integral de los profesionales de la salud.

Es necesario que las instituciones de educación superior, que declaran en su Misión la responsabilidad social, generen espacios para que el estudiantado desarrolle experiencias de práctica profesional que le entreguen competencias que le permitan aportar a la comunidad con una mirada integradora y empática. Para su logro, deberán asumir como uno de sus desafíos estratégicos relevantes el desarrollo de acciones que permitan articular al aprendizaje servicio y el emprendimiento social como instancias permanentes dentro del quehacer universitario en beneficio de sus propios estudiantes, pero también de la comunidad; lo cual debe traducirse en la entrega de los recursos económicos necesarios para la mantención y consolidación de los convenios con las diferentes Municipalidades en que se desarrollan las actividades del Internado Rural Interdisciplinario.

 

 

CONCLUSIONES

Los estudiantes señalan haber logrado un aprendizaje significativo en el ámbito disciplinar y personal. A su vez, la responsabilidad social se vio fortalecida con el trabajo en equipo interdisciplinario en y con la comunidad, logrando entender el contexto rural de manera más amplia.

 

 

 

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Artículo recibido el 11/09/19, Aceptado el 12/03/20.

 

Dirección del autor:
     Nancy Navarro H.
     Facultad de Medicina,
     Universidad de La Frontera,
     Casilla 54 D,
    Temuco, Chile.

    
E-mail: nancy.navarro@ufrontera.cl

 

*   Facultad de Medicina, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile.
**
Departamento Obstetricia y Ginecología. Oficina de Educación en Ciencias de la Salud (OFECS). Facultad de
    Medicina, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile
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a. Nutricionista, Magíster Innovación de la Docencia Universitaria en Ciencias de la Salud
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b.
Matrona, Magíster Innovación de la Docencia Universitaria en Ciencias de la Salud.
c.
Matrona, Doctora en Desarrollo Profesional e Institucional para la calidad educativa.