Estudio comparativo del bienestar académico en estudiantes de carreras de la salud.

 

AUTORES: Rocío Glaría López, Paulina Ortega Bastidas, Cristhian Pérez Villalobos, Berta Schulz Bañares.
INSTITUCIÓN:
Universidad de Concepción.
E-mail: ceperezvillalobos@gmail.com
 

Introducción: La visión hedónica del bienestar académico pone énfasis en la experiencia de los estudiantes durante sus estudios. Tradicionalmente, esta aproximación se ha abordado desde la satisfacción de los estudiantes y sus niveles de engagement y burnout, aunque siempre en carreras aisladas, sin un abordaje comparativo entre los distintos programas formativos.

Objetivos: Este estudio busca realizar un análisis comparativo de los niveles de bienestar en cuatro de la salud, realizando contrastes por carrera, sexo y nivel cursado.

Método: Estudio cuantitativo, no experimental y transversal. 936 estudiantes de carreras de la salud de una universidad chilena fueron encuestados. De estos, el 60,3% (n=564) eran mujeres. Pertenecían a las carreras de Fonoaudiología (21,6%), Kinesiología (9,6%), Medicina (30,1%) y Química y Farmacia (38,7%). Respondieron la Escala de Engagement Académico (UWES), el Inventario de Burnout de Maslach (MBI) y el Cuestionario de Satisfacción Académica (CSA), previo consentimiento informado. El estudio es parte del proyecto VRID 214.083.029-1.0IN, aprobado por el Comité de Ética de la Facultad de Medicina UdeC.

Resultados: Las mujeres presentaron mayor agotamiento emocional y menor despersonalización que los hombres (p<0,05). Además, se encontró diferencias estadísticamente entre las carreras en todas las mediciones de bienestar, destacando los mayores niveles de burnout reportados por Química y farmacia y los mayores niveles de engagement de Medicina y Fonoaudiología (p<0,05). Al comparar por nivel formativo, se encontró diferencias estadísticamente significativas en casi todas las mediciones, excepto Despersonalización (p=0,072).

Conclusiones: El presente estudio logra identificar diferencias sistemáticas que trascienden las particularidades individuales, mostrando que el tipo de programa que se cursa y el nivel formativo en el que se encuentra el estudiante está asociado a su experiencia académica. Igualmente, se evidencia que la forma de experimentar el burnout es diferente entre hombres y mujeres, por lo que los procesos de intervención podrían requerir abordajes diferenciados por género.