LA IMPORTANCIA DE INCORPORAR LA DIVERSIDAD EN EL CURRÍCULUM DE LAS CARRERAS DE LA SALUD.
 

Mary Jane Schilling-Norman*a

RESUMEN

En este trabajo se presenta una revisión y reflexión sobre el abordaje de la diversidad y la inclusión educativa en Chile, planteando la importancia de ser incluida en el curriculum de las carreras de la salud, y también estrategias para su implementación en aula.

Palabras clave: Diversidad, Inclusión Educativa, Carreras de la Salud, Educación Superior.

 

SUMMARY

The importance of incorporating diversity in health sciences curriculum.

In this article a revision and reflection is presented in regards to diversity and educational inclusion in Chile, highlighting the importance of these aspects being included in health sciences curriculum as well as strategies for classroom implementation.

Key words: Diversity, Educational Inclusion, Health Science Programs, Higher Education.

 

 

INTRODUCCIÓN

Los conceptos de diversidad e inclusión toman en consideración que todas las personas son distintas unas a otras y que, por lo tanto, sus necesidades básicas y de aprendizaje van variando de persona en persona. La inclusión implica que todas las personas deberían tener igualdad de derechos en el acceso a diferentes servicios y que, por lo tanto, no debería haber diferencias en la atención que reciba una u otra. A nivel educacional, la inclusión busca que, a pesar de la diversidad del alumnado, todos logren los mismos objetivos de aprendizaje, más que los estudiantes se adapten a los métodos de evaluación que cada universidad establece1,2.

En Latinoamérica, cambios profundos a nivel cultural se han ido generando en el último tiempo. Algunos de los temas que han tenido mayor cobertura a nivel mediático ha sido la aceptación hacia la diversidad sexual, lo cual ha ido ocurriendo en todos los países de manera paulatina. Por su parte, Chile no se ha visto ajeno a los cambios que se han producido en los últimos tiempos concernientes a la diversidad en cuanto a inmigración, sexualidad y género, discapacidad y pobreza, entre otros. En la actualidad, estas temáticas se encuentran en la palestra de la actualidad pública y política. La aparición de noticias y opiniones relacionadas con la aceptación de la diversidad en diferentes contextos ha generado posturas divididas entre las personas, generando dificultades en la creación y fiscalización de políticas orientadas hacia la inclusión.

El propósito de este artículo es revisar la importancia de la inclusión tanto a nivel de curriculum en las carreras de la salud en pregrado, así como también considerar la diversidad del alumnado en la sala de clases y de qué manera los docentes la abordan y la transforman en una experiencia positiva para todos.

¿Por qué es importante hablar de inclusión y de diversidad en el curriculum de las carreras de la salud?

El argumento más claro para comprender la importancia de abordar estos temas en el pregrado, es que los futuros profesionales de la salud se verán insertos en contextos laborales donde tendrán que tratar diariamente con pacientes que provienen de una pluralidad de escenarios, vivencias y preferencias. Las universidades tienen como misión preparar a los estudiantes para los desafíos que deberán enfrentar en la vida laboral y, por lo tanto, reflexionar sobre este tema es no sólo importante sino además urgente. En este contexto, tomar en consideración la diversidad del otro permitirá no solamente preparar mejor al estudiante para la vida laboral, sino que también formará un profesional que podrá brindar una atención oportuna y personalizada al paciente en cuestión, haciendo que éste se sienta aceptado, validado y comprendido por el profesional.

Las primeras experiencias en cuanto a la diversidad se viven también en la universidad. Por lo general, los perfiles de ingreso son bastante variados en la mayoría de las universidades. Esto no solamente permitirá hacer evidente, tanto a estudiantes como a docentes, la pluralidad de vivencias y opiniones en la sala de clase, sino que también favorecerá el desarrollo de lazos interpersonales entre los estudiantes que estén basados en el respeto y la tolerancia mutua. Considerando, además, que éstos son derechos fundamentales de todas las personas, las universidades deberían velar porque el perfil de egreso de sus estudiantes tome en consideración no solamente personas que puedan aplicar los conocimientos teóricos en la práctica, sino que también el desarrollo de una educación que considere valores como el respeto y la tolerancia a la diversidad.

La verdadera tolerancia que las universidades deberían promover es aquella  en donde las personas se puedan poner en la perspectiva del otro, analizar en conjunto los pros y los contras de cada argumento y de esta manera llegar en conjunto a una verdad compartida. Para esto, se debe tomar el principio fundamental de la igualdad entre las personas, lo cual permite poner en análisis cada argumento sin cuestionar la procedencia en términos de quién lo plantea3. En este sentido, el rol docente cumple el papel fundamental de modelar y promover espacios reflexivos que aborden temáticas asociadas a la aceptación de la diversidad.

La realidad de hoy en nuestra sociedad, es que la tolerancia es un valor que aún está en desarrollo en Chile. La existencia de opiniones públicas divididas en torno a temas de diversidad e inclusión deja en evidencia esta situación. La existencia de leyes anti- discriminación demuestra que es un aspecto que se busca promover y sancionar en caso de que no sea respetado4. Discriminación existe, así como también la segregación y la Psicología social nos puede explicar por qué sucede este fenómeno tan común. La teoría de la identidad social5 plantea que las personas desarrollan parte de su identidad de acuerdo a los grupos a los cuales sienten que pertenecen, y las características que éstos tienen. La identidad tenderá a valorarse de manera positiva, por lo que el grupo al cual se pertenece o “endogrupo” se valora de manera positiva, buscando diferenciarse y definirse en comparación por otros grupos o “exogrupos”, los que no pertenecen a la misma agrupación que la persona. Esto ocasiona a nivel comportamental dos aspectos importantes: primero, que las personas se tienden a juntar con aquellas que sienten que son más similares, o pertenecientes al mismo grupo; y por otra parte, que el exogrupo va a ser cuestionado, en un afán a nivel cognitivo de mantener las propias creencias e identidad.

Cuando una persona se enfrenta a algo que es distinto, por ejemplo, una cultura distinta, una orientación sexual distinta a la predominante, pensamientos y creencias sobre religión y género que son nuevos y contrarios a su propia postura; la tendencia natural va a ser de preservar las ideas y razonamientos propios, para evitar lo que se denomina una “incongruencia cognitiva”6. De ahí la importancia y necesidad de que se haga una exposición progresiva a pensamientos y realidades distintas, para que la posibilidad de acomodar en la mente nuevas formas de pensar y nuevas realidades sea más fácil. La manera de lograr esto, es la exposición, durante el pregrado, a opiniones y creencias distintas, que cultiven en los estudiantes la capacidad de tolerar, reflexionar y discutir respetuosamente las posturas contrarias. La exposición a contenidos contrarios o pertenecientes al “exogrupo” sólo se logra en igualdad de condiciones, y en entornos artificiales, es decir, por medio de actividades que busquen que los grupos interactúen entre sí, en igualdad de condiciones, mediando e incitando al diálogo.

¿Cuál es el beneficio de realizar este tipo de actividades y cómo realizarlas en el aula?

Investigaciones2,7-9 demuestran que la exposición a un curriculum que tome en cuenta la diversidad y también cuyos estudiantes sean diversos, favorece el desarrollo del pensamiento crítico, resolución de problemas y habilidades interpersonales. También, permite un mayor desarrollo de involucramiento cívico y menores niveles de prejuicio. O sea, puesto en otras palabras, enseñar sobre diversidad permite el desarrollo de la tolerancia y el respeto por el prójimo, valores que deberían ser transversales a desarrollar en todas las carreras del área de la salud.

¿Cómo se puede llevar a cabo la enseñanza de una competencia blanda como lo es la tolerancia y el respeto?

Por medio de actividades que fomenten el diálogo de diferentes posturas en un entorno protegido, no sólo entre los estudiantes, sino también entre los docentes. La creación de instancias donde se realicen debates que busquen que los estudiantes expongan puntos de vista contrarios sobre temáticas ligadas con la diversidad, como pueden ser por ejemplo, entre otros, temáticas tales como el aborto, religión, orientación sexual y cambio de sexo.

También la utilización en clases del desarrollo de una modalidad de trabajo que permita la reflexión y discusión sobre temáticas variadas, permitirá el desarrollo del respeto mutuo hacia creencias o pensamientos que sean contrarios a los predominantes. Una forma de lograr esto es por medio de clases que fomenten la discusión, que estudiantes que provengan de diferentes contextos culturales trabajen juntos en una misma tarea e incluir en las evaluaciones preguntas que fomenten la reflexión activa del estudiante, dentro de lo posible. También la exposición de casos clínicos que sean diversos en su contexto, incorporando el modelo biopsicosocial en su exposición y análisis, de manera tal de que los futuros profesionales se acostumbren a considerar la totalidad de la persona cuando reciban pacientes, más que sólo enfocarse en el aspecto médico o de salud.

 

CONCLUSIONES

Al considerar y tomar como un hecho la diversidad del alumnado de las carreras de la salud, y además, buscando activamente que la diversidad de opiniones y vivencias sean compartidas y reflexionadas, se estará contribuyendo al desarrollo de valores como la tolerancia y el respeto. Esa es la verdadera inclusión que se debe realizar en la sala de clases, no solamente en entender y ayudar a la diversidad de estrategias de aprendizaje de cada curso, sino que también la diversidad de las vivencias y opiniones. Cultivar el proceso reflexivo desde el pregrado, conllevará a que en el ejercicio profesional las personas puedan incorporar otras perspectivas distintas a las propias, lo que se va a traducir en una atención en salud que va a ser cálida y cercana, que va a tomar en cuenta la multiplicidad de visiones, y que va a estar orientada a resolver las inquietudes y afecciones que cada paciente tiene, transformando la atención a una que es sensible y personalizada a las necesidades de la persona. Esto además preparará mejor en un futuro a los profesionales, ya que es un hecho que en su atención profesional van a recibir personas que provienen de distintas realidades, que viven sus problemáticas de manera distinta y que, por lo tanto, necesitan respuestas o soluciones distintas a sus problemas de salud de acuerdo a cada caso.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  1. Visser J, Stokes S. Is Education Ready for the Inclusion of Pupils with Emotional and Behavioural Difficulties: A rights perspective? Educational Review. 2003; 55(1): 65-75.

  2. Tienda M. Diversity ≠ Inclusion: Promoting Integration in Higher Education. Educational Researcher. 2013; 42(9): 467-475.

  3. Santos M. Hacia una noción educativa de tolerancia. Enseñanza & Teaching. 2003; 21: 363-378.

  4. Ley 20609/2012 de Antidiscriminación. Disponible en: https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1042092 [Consultado el 11 de noviembre de 2017].

  5. Tajfel H, Turner J. Chapter 3: An integrative theory of intergroup conflict. In: Austin W, Worchel, S (authors). The social psychology of intergroup relations. Monterey: Brooks/Cole Pub. Co; 1979. p. 33-47.

  6. Crisp R, Turner R. Cognitive adaptation to the experience of social and cultural diversity. Psychological Bulletin. 2011; 137(2): 242-266

  7. Gurin P, Dey E, Hurtado S, Gurin G. Diversity and higher education: Theory and impact on educational outcomes. Harvard Educational Review. 2002; 72(3), 330-366.

  8. Chang M, Denson N, Sáenz V, Misa K. The educational benefits of sustaining cross-racial interaction among undergraduates. J Higher Educ. 2006; 77(3): 430-455.

  9. Terenzini P, Cabrera A, Colbeck C, Bjorklund S, Parente J. Racial and ethnic diversity in the classroom: Does it promote student learning? J Higher Educ.  2001; 72(5): 509-531.

 

 

Artículo recibido el 25/07/17, Aceptado el 09/11/17.       

 

Dirección del autor para envío de correspondencia:

Mary Jane Schilling-Norman
Departamento de Educación Médica,
Facultad de Medicina,
Universidad de Concepción
Barrio Universitario S/N
,
Concepción
Chile

e-mail: mj.schillingn@gmail.com

 

*   Departamento de Educación Médica, Facultad de Medicina, Universidad de Concepción, Concepción,
    Chile.


a. Psicóloga, Asistente de Investigación.