TRABAJO ORIGINAL
Impacto de una estrategia educativa en adolescentes no diabéticos
Rafael Bustos-Saldaña*a, Bertha Alicia del Toro-Anaya*b, José Miguel Rolón-Rodríguez*b, Gonzalo Miguel Rodríguez-Riveros*b, Federico Pérez-Martínez*c, Blanca Nayeli Aceves-González*c, José de Jesús Vargas-Quezada*b, Noelia del Rocío Vargas-Quezada*b, Karla Paola Ramírez-Mejía*b, Patricia Lizbeth Martínez-Haro*b.
RESUMEN
Introducción:
La promoción de la salud en los jóvenes representa una oportunidad única
para fortalecer su desarrollo psicosocial y para obtener conocimientos
sanitarios, crear hábitos higiénicos y fomentar modos de vida saludables. Palabras clave: Diabetes mellitus, conocimientos, estrategias educativas.
SUMMARY
Impact of
an educational strategy in non-diabetic adolescents
Introduction:
The promotion of health in young people represents a unique opportunity
to strengthen their psychosocial development and to obtain health
knowledge, health habits and foster healthy lifestyles.
Keywords:
Diabetes mellitus,
knowledge, educational strategies.
INTRODUCCIÓN La promoción de la salud en los jóvenes representa una oportunidad única para fortalecer no solo su desarrollo psicosocial, sino además, para obtener conocimientos sanitarios, crear hábitos higiénicos y fomentar modos de vida saludables con el objetivo de ejercer un mayor control sobre diferentes determinantes de salud, por medio de la creación de conciencia en ellos sobre la importancia de la salud física-mental y de los valores fundamentales de las buenas convivencias, el respeto y la tolerancia1. Se trata de un proceso complejo en que interaccionan estrategias como la educación para la salud, la puesta en marcha de políticas saludables y la movilización social2. De esta manera, la educación para la salud se conceptualiza como todas aquellas oportunidades de aprendizaje creadas conscientemente con la finalidad de facilitar cambios de conducta y que van ligadas a la prevención de las enfermedades3. La educación en salud en los niños y adolescentes brinda el conocimiento necesario para que los individuos puedan identificar, adoptar, desarrollar y mantener las habilidades y destrezas necesarias para lograr una calidad de vida óptima compatibles con los valores y creencias de las comunidades donde se realizan, sin despertar miedos, ni actitudes o comportamientos discriminatorios1. En la etapa de la niñez y adolescencia se debe de encaminar el aprendizaje en salud al conocimiento y comprensión de los aspectos básicos del funcionamiento de su cuerpo y de las consecuencias para su salud. Es de esperar que los programas educativos realizados en niños, en cambios conductuales, produzcan a largo del tiempo cambios en salud4. Los adolescentes son capaces de desarrollarse en distintos escenarios: la escuela, la comunidad y el hogar donde viven y ocupar en ellos un lugar especial, donde pueden transmitir conocimientos de forma singular y particularmente novedosa, por lo que se debe empoderar a los jóvenes para que tomen partido y participen en el control de factores de riesgo y, por ende, a favor de la salud5. El objetivo del trabajo fue evaluar el impacto de una estrategia educativa en adolescentes no diabéticos para la promoción de la salud sobre diabetes mellitus en sus familias.
MATERIAL Y MÉTODOEl diseño del estudio es cuasi experimental, con medición post exposición a la manipulación en un solo grupo de experimentación. Universo y muestra: Adolescentes de 11 a 17 años, no diabéticos, que llevaron el Taller de Tenis en el Curso de Verano 2013 del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara en Ciudad Guzmán, Jalisco, México. Criterios de selección: Estar registrados en el Taller de Tenis, voluntariamente aceptar sus padres la participación de sus hijos y que los adolescentes asintieran su inclusión en un consentimiento firmado. Los adolescentes debieron de haber estado presentes en el 80% de las pláticas que se realizaron y contestar el examen de evaluación de conocimientos (al inicio y al final del estudio). Los padres debieron contestar la encuesta que se elaboró para valorar la percepción de la promoción de salud que realizaron sus hijos en las familias. Variables de estudio: Conocimientos sobre temas básicos de la enfermedad, control de glucemia y prevención de complicaciones, además de transmisión de conocimientos a sus familiares, cambio de actitud personal y sugerencias sobre cambios de hábitos saludables en sus hogares. Procedimiento: Previa autorización por escrito de los padres y con el respectivo asentimiento de los adolescentes, se les aplicó el cuestionario DKQ 24 (Diabetes Knowledge Questionnaire)6, el cual tiene una base de 24 reactivos. El total de reactivos se dividieron en 3 secciones7: a) Conocimientos básicos, b) control de la glucemia y c) prevención de complicaciones, para su mejor análisis. Este cuestionario ya fue validado con anterioridad, en personas de la región que cursaron escolaridad primaria, por lo que su aplicación no tuvo inconvenientes de lenguaje. Se les leyó el cuestionario textualmente a todos los participantes en grupo (sin hacer comentarios sobre las preguntas o sus respuestas) para que ellos lo contestaran en forma individual. Actividades de estrategias de aprendizaje: Se presentaron 10 pláticas – charlas (por un periodo de tres semanas), en un salón acondicionado, acerca de temas relacionados a diabetes mellitus (aproximadamente de 15 minutos cada una de ellas) antes de iniciar sus actividades deportivas del Taller de Tenis, sobre los siguientes contenidos: a) Conocimientos básicos: 1) Insulina y metabolismo de la glucosa, 2) Definición y tipos de diabetes, 3) Factores de riesgo de diabetes mellitus. b) Control de la enfermedad: 4) Alimentación, 5) Ejercicio, 6) Medicamentos, 7) Instrumentos y control de glucemia y c) Prevención de complicaciones: 8) En el sistema nervioso, 9) En los riñones, 10) En la circulación sanguínea y cuidados de sus pies. Las charlas otorgadas fueron realizadas por una sola persona, tomando en cuenta el paradigma participativo del aprendizaje en los participantes, donde se dio realce a la experiencia y conocimiento que ellos tenían sobre los temas. De esta manera, se mantuvo el interés en los adolescentes, sin necesidad de material de apoyo agregado. Hay que recalcar en forma trascendental que la finalidad de las charlas era la de relatar actividades, experiencias, o conocimientos sobre diabetes mellitus con el objetivo de que los participantes obtuvieran información sobre las generalidades de la enfermedad, por lo que se tuvo cuidado en tratar de no inducirlos en la realización de actividades de promoción de salud en sus familias o entorno social. Esto fue muy interesante porque se buscaba demostrar que el simple hecho de que el adolescente que comprende la información recibida y la aprende, tiene la posibilidad de compartir por sus propios medios los conocimientos y habilidades recibidos en la promoción de la salud en diabetes mellitus en sus familias. Al término de cada una de las charlas, los participantes asistieron al taller de tenis a realizar sus actividades deportivas (otorgadas por los integrantes de la investigación). Al día siguiente de la 10ª charla, se procedió a realizar la aplicación del cuestionario DKQ 24 a los niños, de la misma forma que al principio del estudio. Posterior a la ejecución de la segunda evaluación de conocimientos en los adolescentes, se realizaron entrevistas directas con sus padres (mediante visitas domiciliarias) para valorar la percepción que tuvieron sobre la promoción de salud en diabetes que realizaron los participantes en sus hogares, bajo los siguientes ítems: a) Difusión de conocimientos de cada una de las sesiones; b) Cambio de actitud del participante en cuanto a la alimentación, ejercicio u otro aspecto de salud (en este caso se separó la conducta a la ingesta de refresco, por ser un tema frecuente de los participantes en las charlas); y c) Sugerencias para la familia en la promoción de la salud en alimentación, ejercicio, medicamento u otra actividad saludable (se tomó la misma determinación sobre los refrescos que en el cambio de actitud de los participantes). Análisis estadístico: Los resultados de edad, escolaridad, total de conocimientos, conocimientos básicos, control de glucemia y prevención de complicaciones, cantidad de conocimiento difundido, número de actitudes personales y número de sugerencias en promoción de salud se realizó a través de media ± desviación estándar. Para la descripción de sexo, familiares diabéticos, la respuesta adecuada de cada uno de los ítems del cuestionario y la promoción de conocimientos, actitudes personales y cambios de hábitos se realizó con frecuencia simple y porcentaje. Para la comparación de promedios entre los conocimientos de los participantes al inicio y al final del estudio se aplicó t de Student pareada. Para la comparación de las frecuencias, se utilizó Chi cuadrado con corrección de Yates y test exacto de Fisher. Se tomó una significancia estadística de p<0,05, con la ayuda del programa estadístico SIGMA STAT 3.1. Aspectos éticos: El presente estudio fue aceptado por el Colegio Departamental de Salud y Bienestar del Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara de Ciudad Guzmán, Jalisco, México. En todos los adolescentes se utilizó un consentimiento informado con autorización de sus padres y el asentimiento de los participantes. Se mantuvieron los preceptos indicados en la Convención de Helsinki y sus enmiendas posteriores para los estudios experimentales en seres humanos.
RESULTADOS Características generales: Se tuvieron 24 participantes cuya edad fue de 12,02 ± 1,69 años. En cuanto al género: 8 pertenecieron al femenino y 16 al masculino. En el aspecto de escolaridad presentaron 7,13 ± 1,85 años de estudio (5-12 años), 15 de los participantes refirieron tener familiares diabéticos en primero o segundo grado (padres, hermanos, abuelos o tíos). Respuestas al cuestionario DKQ 24: Las Tablas 1 y 2 muestran las respuestas adecuadas realizadas para cada uno de los ítems que se desarrollaron en el cuestionario. Tabla 1. Respuestas adecuadas al cuestionario DKQ 24.
Tabla 2. Promedios de respuestas adecuadas al inicio y final del estudio.
Transmisión de información a la familia: Se obtuvo un total de 75 temas (promedio por participante de 3,13 ± 1,99) que los adolescentes transmitieron a sus familias.
Por sesiones realizadas, la transmisión de la información fue como sigue:
Cambio de actitud del participante observado por la familia: Los familiares de los participantes observaron en total 40 actitudes diferentes (promedio por adolescente 1,67 ± 0,96) en los participantes, las cuales se distribuyeron de la siguiente manera:
Actividades de promoción para el cambio de actitud en la familia: Los adolescentes trataron de persuadir a sus familiares para un cambio en su comportamiento de estilo de vida saludable en 24 actividades (promedio por participante 1,46 ± 1,21), distribuidas de la siguiente manera:
Se tiene que recalcar que los padres de dos adolescentes refirieron que los participantes no difundieron, cambiaron personalmente o trataron de sugerir a la familia nuevas actitudes saludables durante el estudio. En general se tuvieron 150 acciones informativas, cambios de actitud propias y/o recomendaciones a la familia (promedio por participante 6,25 ± 3,45) sobre estilos de vida saludable de los adolescentes en la promoción de salud sobre diabetes mellitus, que fueron originadas por los conocimientos obtenidos posterior a las pláticas del estudio de investigación.
DISCUSIÓN Los adolescentes constituyen un grupo de población con unos indicadores de morbilidad y mortalidad bajos, sin embargo, uno de cada tres de ellos va tener algún tipo de problema de salud crónico durante su edad adulta5,8, por lo que no debe de considerárseles solamente como receptores de conocimientos, sino como un ser humano que requiere formación para el desarrollo de su vida futura, donde se promueva su madurez e independencia para crecer y desenvolverse en forma armónica, mejorar su supervivencia9 y para que no aparezcan, desaparezcan o se compensen las lesiones que se traducen en la pérdida de su salud. Es trascendental que los niños y adolescentes participen en el proceso de promoción y educación para la salud, por lo que es importante la evaluación de una actividad realizada con el fin de obtener conocimientos en forma que sea encaminada a acciones en pro de difundir estilos de vida saludable a su entorno. Es muy interesante verificar, a través de la promoción de información y actitudes a las familias, que los adolescentes que conviven con sus familias tienen la posibilidad de promover actitudes saludables. Es indiscutible que esta promoción de valores saludables deberá de ser mucho más intensa en aquellas familias que tienden a ser funcionales10. Las dos familias de los participantes que no promovieron información ni actitudes, tenían la tendencia a la desintegración del núcleo hogareño. La adopción de comportamientos saludables es un proceso laborioso, ya que se debe tener en cuenta que las personas necesitan conocer la información del qué y cómo, pero por otro lado, entran en contradicción con el conocimiento práctico heredado de generación en generación11. La visión participativa del aprendizaje en los adolescentes del estudio se vio favorecida por la presencia de programas de educación formal encaminada a prevención de obesidad y la existencia de familiares diabéticos con convivencia frecuente en su núcleo hogareño. Por otra parte, las pláticas se realizaron tratando de manejarlas con lenguaje que fuera accesible a los participantes, contestando todas sus preguntas o dudas en forma inmediata. El proceso de aprendizaje significativo debe de incorporar elementos sociales, culturales, afectivos e intelectuales generadores de nuevos comportamientos saludables12. Este paradigma debe de estar constituido por una estrategia encaminada a desarrollar procesos y actividades individuales o grupales, con el fin de modificar conductas de riesgo y adoptar estilos de vida saludables que responden ante problemas generales o específicos, generados no solo en ellos mismos sino en sus familias o las comunidades. El diseño realizado en el estudio tuvo dos inconvenientes: a) la falta de un grupo control que valorara la diferencia obtenida en sus conocimientos y b) la credibilidad de lo referido por sus padres. Para valorar el incremento de conocimientos en ellos, se solicitó a los participantes que no presentaran lectura u obtención de conocimiento por otros medios agregados a las charlas (al final declararon que ninguno de ellos lo realizaron). Por otra parte, en las entrevistas que se realizaron con los padres de los participantes, se les solicitó que mencionaran solamente aquellas actividades que ellos habían notado durante el trascurso de la intervención, tomando en comparación a las actividades cotidianas que los adolescentes realizaban desde antes del estudio. Es ampliamente conocido que los conocimientos sobre higiene y conductas negativas son escasos en poblaciones americanas13. En los adolescentes del estudio, los conocimientos iniciales no llegaban ni al 50% del total y la mayor diferencia en el aprendizaje de los niños se encontró en el rubro de prevención de complicaciones crónicas de los pacientes diabéticos. Este resultado pudo estar estar influido por la presencia de familiares diabéticos cercanos, que potencialmente estuvieron en contacto con los participantes y que muy probablemente influyeron en la obtención de conocimiento por parte de la experiencia de ellos. En la promoción de salud, como era de esperar, la mayoría de ellos estuvo avocada a la transmisión de conocimientos a sus familias. Por otra parte, al igual que en otros estudios, el aprendizaje obtenido influyó en el cambio de algunas actividades desfavorables (como en la mayor ingesta de agua y frutas)14, mejoraron sus actividades físicas disminuyendo riesgos potenciales en diabetes y patologías cardiovasculares10,15. Los pequeños cambios de conducta obtenidos en los adolescentes, al igual que los obtenidos por los estudios en niños diabéticos, tienen la tendencia a realizar hábitos perecederos para mejorar sus condiciones de vida16. En cuanto a las actividades que los padres percibieron que los adolescentes trataron de cambiar en la familia, llama la atención lo referente a la dieta y el ejercicio, probablemente como medida adyacente a la información que tenían desde antes sobre obesidad, al igual como ocurre en estudios realizados en otros niños14. El plan de trabajo de los niños y adolescentes en base de charlas y pláticas cortas e interesantes hizo que los participantes tuvieran un aprendizaje significativo, que junto con su experiencia sobre la enfermedad incrementaron su conocimiento al final del estudio17. La educación informal de sesiones programadas es una brillante oportunidad para incorporar hábitos saludables y de autocuidado en las comunidades y en los niños18. Se debe tener en cuenta el medio ambiente donde se desenvuelven las personas, culturas y tradiciones para la implantación de estrategias19,20. Es importante encontrar procedimientos que incentiven los estilos de vida saludables tanto individuales como de grupo en la promoción de hábitos con efecto a corto y largo plazo, con el fin de descubrir el significado real de lo que se les ha enseñado. El presente estudio, se realizó aprovechando la organización de un Taller de Tenis que consistió en 15 sesiones de práctica de juego y 13 de trabajo de la investigación sobre la evaluación de la estrategia educativa, ambas se realizaron al mismo tiempo. Es muy interesante señalar que tanto las actividades de educación en diabetes como en las técnicas de tenis fueron realizadas por el mismo grupo de investigación, este acoplamiento de actividades deportivas y de salud probablemente influyó en que los participantes del estudio tuvieran mayor convivencia con los integrantes de la investigación y, por ende, de que las pláticas realmente fueran informales pero interesantes para los adolescentes.
CONCLUSIONES La estrategia educativa de charlas o pláticas con visión del paradigma participativo, hace que los adolescentes adquieran conocimientos sobre temas de salud (en este caso diabetes mellitus). Por otra parte, este aprendizaje sirvió como modelo de promoción de la salud en la transmisión de conocimientos, cambio de actitud propia y sugerencia de hábitos saludables para el entorno familiar, a pesar de no tener una metodología que los condujera a hacerlo en sus hogares.
Lo asimilado por los participantes, bajo una estrategia de charlas con componentes de aprendizaje participativo, fue causa de cambio de conducta personal y de promoción de salud en sus familias.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Artículo recibido el 08/10/13, Aceptado el 16/01/14.
Dirección del autor:
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Centro
Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara en Ciudad Guzmán,
Jalisco, México. |